Viruela del Mono
Se detecta en Francia el primer caso de contagio de viruela del mono en un perro por contacto con sus dueños
El animal dormía en la misma cama junto a sus propietarios y los investigadores plantean la posibilidad de que esta enfermedad pueda afectar también a mascotas.
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La viruela del mono sigue causando estragos y preocupando a los investigadores a lo largo del mundo. La reputada revista médica The Lacent ha hecho público un informe en el que se comunica el primer contagio de un perro por transmisión humana en Francia.
Sus propietarios son dos hombres que acudieron al Hospital Pitié-Salpêtrière de París con ulceraciones el 10 de junio. Doce días después, el can de raza lebrel italiano empezó a desarrollar también los síntomas tras dormir junto a sus dueños en la misma cama.
Ahora, el mundo científico trata de averiguar si perros y gatos domésticos podrían ser un vector del virus de la viruela del mono. Hasta la fecha solo había casos detectados en animales salvajes como primates o roedores.
En este último grupo, los investigadores ya han podido comprobar que los individuos contagiados son asintomáticos. En los mamíferos sí aparecen algunos indicadores leves acompañando a las ulceraciones como fiebre, anorexia, alteraciones del comportamiento o letargia.
Una emergencia mundial
La propagación de la viruela del mono forzó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar esta enfermedad como emergencia de salud pública a nivel internacional, después de registrarse miles de casos en más de 75 países del planeta.
En España ya se han detectado más de 5.000 contagios y las autoridades ya han empezado a aplicar las primeras vacunas contra la afección, planteándose la posibilidad de administrar microdosis para llegar a un rango más grande de población.
Viruela del mono: cómo se contagia y síntomas
La principal forma de contagio de la viruela del mono es el contacto de la piel con fluidos corporales que están infectados. Esto puede suceder al compartir cama, toallas o vestimentas. Además, también cabe la posibilidad de infección mediante las vías respiratorias, aunque este tipo de propagación es menos habitual que en otras enfermedades como la COVID-19.
Entre los síntomas, los más llamativos son las reconocibles heridas cutáneas. Erupciones blancas o amarillentas en la piel y, especialmente, en zonas genitales, son bastante habituales. También genera fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolores de cabeza, tos o dolor de garganta.
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