Conocida como la diputada de los indignados, Elena Cortés es una dirigente destacada del Partido Comunista de Andalucía. Ya como concejala de Córdoba protagonizó varios enfrentamientos con la entonces alcaldesa Rosa Aguilar (con Izquierda Unida). El más sonado fue irrumpir con un megáfono en plena procesión de Semana Santa. Al año siguiente, como penitencia, participó en los actos religiosos.
Su gran apuesta como Consejera de Vivienda fue la ley antidesahucios que aplaudía Susana Díaz, y que ha suspendido el Tribunal Constitucional. Favorable a los escraches y siempre cerca de las movilizaciones populares, ha justificado los asaltos a supermercados del Sindicato Andaluz de Trabajadores.
El sector de la izquierda andaluza liderado por el diputado regional Sánchez Gordillo es el que más roces ha tenido con un PSOE en el gobierno. Fueron ellos los que exigieron a los socialistas una comisión de investigación sobre los ERE antes de apoyar la investidura de Susana Díaz.
Y es a ellos a quienes tampoco les ha gustado nada el acercamiento de la Presidenta a banqueros y empresarios en busca de fondos para la Junta. Unas diferencias que tienen como paradoja una instantánea: la fotografía oficial de la Consejera en la web del gobierno andaluz. La Junta eliminó informáticamente el logo de Izquierda Unida.
