Şerif Sezer es Hattuç, matriarca de la familia Sanli

Hattuç nunca se casó ni tampoco tuvo hijos. Pero ha sido como una madre para Kazim, a quien crió como si fuera propio. Y aunque con los años él ha cambiado, Hattuç nunca ha dejado de cuidarlo a su manera.

Pero hay algo que la tía de Seyran y Suna sí ha guardado solo para ella: su corazón. Ha estado toda la vida enamorada de Halis Korhan. Un amor que no se vivió, pero que ha estado presente en cada mirada y cada silencio.

Ahora, con el apellido Korhan lleno de grietas y con Kazim envuelto en sombras, Hattuç permanece firme. Observa desde la distancia, habla cuando es necesario y calla cuando duele. Porque su lugar nunca fue el centro… pero siempre ha sido el sostén.