Cuando Galba regresa derrotado de la batalla de Numancia se encuentra que Claudia se ha convertido en la esposa de Quinto quién ha reconocido a su hijo y se ha convertido en uno de los senadores más poderosos de Roma.

Galba clama venganza: no se detendrá hasta acabar con Quinto y con Claudia. Pero Quinto, lejos del pretor honrado que fue, se ha convertido en un hombre despiadado, uno de los senadores más poderosos y peligrosos de Roma. Galba nunca se ha enfrentado a un enemigo tan terrible, pero hará lo que sea para derrotarle… la lucha por la supremacía ha comenzado. Sólo hay sitio para uno de los dos en Roma.