El terrible accidente que cambió la vida de la familia Quevedo

Mario y Román decidieron coger el coche de sus padres y esa tarde les cambió la vida. Mientras Lola daba a luz en la congregación de monjas al bebé que tenía con Mario, los hermanos salían de paseo cuando ocurrió el fatídico accidente.

“No van los frenos, Mario”, decía Román mientras gritaba, intentando parar el coche. Sin embargo, el tiempo se acababa y los jóvenes se precipitaban con fuerza contra un árbol. Ambos se quedaron inconscientes y Mario murió en el accidente.

A la misma vez, Lola tenía una niña en un parto complicado. La joven se dejaba las fuerzas en sacar al bebé y, finalmente, lo conseguía. A pesar de dar a luz en la congregación, ¿dónde estará hoy la hija de Lola?