Fran toma una importante decisión y confiesa los motivos por los que se alejó de Garlo

Germán le confesaba a su sobrino Fran que le quedaba poco tiempo de vida. Mendieta se quedaba impactado con la templanza de su tío ante una noticia tan dramática.

Lo cierto es que Germán afronta la recta final de su vida con calma, tan solo le preocupa una cosa: dejar en alto el legado de Jugueterías Garlo y, para ello, le propuso a Fran volver a la empresa familiar.

Volver a la empresa familiar le supone a Fran remover un doloroso pasado. Cuando Francisco perdió a su madre, todo se rompió en su familia.

Fausto, el hermano de Germán y padre de Fran, era un hombre muy exigente: “Las discusiones de casa se sumaron a las del trabajo”, le confiesa Fran a su tío.

Fran se ha sentido culpable, toda la vida, de la muerte de su padre: “No me puedo perdonar la última conversación que tuve con él”. Germán trata de hacer ver a su sobrino que la muerte de Fausto fue un accidente y que él no tiene la culpa de nada.

Pese a que Fran no quiere mezclar familia con trabajo, la petición de Germán le ha roto todos los esquemas. El dueño de Jugueterías Garlo necesita tenerle como director creativo y dejarle al mando de Garlo junto a su hijo Raúl, como director de cuentas.

La decisión de Fran lo cambiará todo en su familia y en Garlo. ¿Cómo afrontará Raúl la noticia?, ¿se sentirá atacado y sustituido por su primo?

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