El veredicto convierte en hecho que los huesos son de Ruth y José

El antropólogo Francisco Etxeberría nunca albergó la más mínima duda. Tenía la certeza de que los restos óseos encontrados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas sí eran humanos y pertenecían además a dos niños de seis y dos años. Tampoco las ha tenido el jurado. Su veredicto le hace sentirse orgulloso por un trabajo bien hecho. "Creo que ha habido justicia", ha valorado Etxeberría.

Para el error de la perito policial, Josefina Lamas, que confundió los mismos huesos con restos de animales, sólo tiene estas palabras: "Negligencia profesional". Aunque más tarde corrigió su dictamen, durante el juicio sembró la duda sobre la cadena de custodia.

El fallo del jurado es un triunfo para los que llevaron la investigación. Los huesos se han convertido en la prueba de cargo para culpar definitivamente a José Bretón.