Quejas

Los vecinos de Piornedo piden ayuda para salvar sus pallozas milenarias: "Pronto estarán derruidas"

Aseguran que la lluvia está pudriendo los pilares y reclaman fondos a la Xunta de Galicia, que no actúa desde 2015 en este enclave declarado Bien de Interés Cultural.

Una de las pallozas milenarias

Una de las pallozas milenariasAntena 3 Galicia

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Son apenas 30 habitantes, pero están organizados por un bien común: salvar las pallozas de Piornedo. Las construcciones prerromanas hicieron famosa a esta aldea de la montaña lucense, en el ayuntamiento de Cervantes, que recibe a miles de turistas cada año. Ahora, sus propietarios reclaman ayuda a las administraciones públicas antes de que se produzca el desastre y todos, vecinos y visitantes, dejen de disfrutarlas.

Los clásicos tejados de centeno están muy deteriorados, algunos remendados con chapa metálica a pesar del impacto visual, y temen que no superen el próximo invierno. "Rehacer el tejado de mi palloza, con 300 metros cuadrados de superficie y un espesor de 50 cm, valdría unos 80.000 euros", explica Manuel González, uno de los afectados que se empeña en no dejar caer ese pedazo de historia. "Coloqué plásticos para evitar que el viento lo terminara de destruir, pero la madera se pudre y, si nadie lo evita, pronto estarán derruidas", lamenta.

Las edificaciones fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en los años 90. Sin embargo, la Xunta de Galicia no actúa en la zona desde el año 2015, cuando los fondos públicos sufragaron reformas por valor de 260.000 euros a repartir entre las 14 pallozas, los hórreos, el alumbrado y la red de saneamiento. “Con eso no llegaba ni para 20 metros de tejado”, apunta Manuel. La última rehabilitación completa de su techo por parte de la administración data del año 2000.

La Xunta alude a la propiedad privada

Las pallozas permanecieron habitadas hasta 1970 y actualmente, salvo una que gestiona la Xunta, siguen siendo de titularidad privada. Los vecinos las usan como almacén para sus aperos de labranza o para guardar a los animales del frío. En este sentido, el gobierno gallego aclara que, a pesar de ser un Bien de Interés Cultural, la normativa no lleva implícita una ayuda económica al tratarse de un BIC particular.

Desde el organismo público se invita a los propietarios a solicitar alguna otra línea de ayudas, como las que ofrece la Agencia de Turismo de Galicia, siempre que cumplan con las bases para particulares que tengan alguna infraestructura relacionada con el sector turístico. Una práctica que, aseguran, ya ha servido a otros propietarios de pallozas en el poblado de O Cebreiro, en el municipio lucense de Pedrafita.

Falta centeno y es muy caro

Otro problema es la escasez de centeno y su precio, que en los últimos años se ha disparado. Los vecinos desembolsan actualmente unos 7 euros por colmo a sus habituales proveedores de Astorga, lo que se traduce en más de 80 euros por metro cuadrado de tejado. El coste solamente en material para cubrir una palloza de 300 metros cuadrados superaría los 25.000 euros, algo inasumible para propietarias como Amelia Rodríguez.

"Cada vez hay menos personas que cultiven", reconoce esta vecina que forma parte de la Asociación Teitos de Piornedo. Ante la falta de ayudas, ella, otras cinco mujeres y un hombre se unieron para buscar relevo generacional en el oficio de "teitador". Pronto pondrán en marcha un nuevo curso "para que la gente joven aprenda a 'teitar'", apunta esperanzada.

Más pesimista es Francisco Cadenas, que a sus 92 años ve cómo languidece lo que siempre será su hogar. Dice que su palloza es la más antigua de la aldea, pues su tejado es más plano que el de las demás. Él la heredó de su padre, y este de su abuelo. Nació y vivió bajo el centeno hasta casi los 40 años y seguía allí cuando conoció a su esposa, hace ahora 65 años. "Mira cuántos palos hemos traído hasta aquí el abuelo y yo. Y ahora ni eso podemos", señala con tristeza Victorina mirando al tejado.

Aunque algunos vecinos, como Manuel, han ayudado al matrimonio a subsanar los desperfectos más graves, el estado de las vigas es extremadamente precario. "El agua baja por la pared y la madera está totalmente podrida", lamenta Victorina. Al igual que el resto de los habitantes de Piornedo, clama auxilio para que uno de los patrimonios más importantes de Galicia no se venga abajo junto a los recuerdos de toda una vida.

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