La Policía Local de Málaga paró hace una semana a un ciudadano que caminaba por el centro de la ciudad con la mascarilla de protección frente al coronavirus en el antebrazo en lugar de llevarla puesta como marca la norma de Sanidad que establece su uso obligatorio para mayores de 6 años.
El viandante al ser preguntado por los agentes argumentó que tenía un certificado que le eximía de llevar mascarilla. Cuando los agentes examinaron el documento se dieron cuenta de que paciente y médico eran la misma persona.
El viandante fue identificado e informado de que podía ser denunciado. El certificado no tenía sello, pero sí número de colegiado con unas iniciales y apellido y en él se especificaba que tenía una patología respiratoria que podría agravarse por el uso de la mascarilla y por ello quedaba exento.
Sin embargo, advirtieron que las iniciales coincidían con las del nombre y apellido del viandante en cuestión. Según informa Diario Sur ante las dudas legales que pudiera despertar el asunto, los agentes optaron por no denunciarlo y realizaron un informe para remitirlo al Colegio de Médicos de Málaga y comprobar si el hombre está colegiado y, sobre todo, si puede prescribirse a sí mismo.
Desde el Colegio de Médicos se ha contestado que el autocertificado "no solo es absolutamente contrario a la ética y a la deontología médica, sino que carece de validez alguna".
