Menorca

La tormenta siembra el caos en Menorca, con riadas en medio del pueblo y "pelotas" de granizo

Mallorca y Menorca han registrado más de 10.000 rayos en las últimas horas.

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Una fuerte tormenta ha sorprendido a turistas y locales en la isla de Menorca. Alrededor del mediodía del jueves se produjo una granizada con bloques de hielo de hasta dos centímetros. "Esto parte ventanas, eh", aseguraban algunos testigos en vídeos que se han publicado en redes sociales. Las calles se han convertido de un momento a otro en ríos que han arrastrado a su paso mesas de terrazas y mobiliario urbano. Además han caído 23 litros por metro cuadrado en tan solo diez minutos.

La zona de Ciutadella ha sido la más afectada. En tan solo una hora, de las 14:00 h. a 15:00 h., se han contabilizado 34,6 litros. El frente ha empezado a entrar por el oeste de la Isla a las 14:00 h., ya con fuertes vientos primeramente y después con un fuerte granizo.

Algunos afectados tenían que parar en la carretera y a otros, la fuerte granizada les pillaba en la playa. La AEMET ha informado de que las tormentas de las últimas horas han afectado principalmente a Mallorca y Menorca, provocando la caída de más de 10.000 rayos, la mayoría en el mar. En Menorca, el viento ha alcanzado los 90 kilómetros por hora en algunos puntos. Además, se han inundado varios hoteles.

Después, esta tormenta ha llegado hasta Cataluña, donde se han tenido que suspender trenes por inundaciones.

Ola de calor, sequía y tormentas de verano

La tercera ola de calor de este 2022, está muy cerca con temperaturas previstas de hasta 42 grados de máxima en puntos del centro y el oeste peninsular además de alertas en toda España, excepto en Murcia y Asturias. España está inmersa en esta ola de calor desde el pasado 31 de julio hasta el miércoles 3 de agosto. Sin embargo y aunque parezca contradictorio, las tormentas de verano ya están aquí. La sequía es otro factor que preocupa ya que España será uno de los países más afectados. Los expertos aseguran que estas lluvias torrenciales no son buenas para combatir la sequía, aunque lo parezca. Y es que, explican que "el suelo al estar muy seco, se compacta e impide que el agua se pueda filtrar", es por ello que en muchas ocasiones, las lluvias torrenciales muchas veces en vez de solucionar, generan problemas.

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