Agresiones a policías

El sindicato de policías y guardias civiles pide penas más duras para los agresores: "Es casi gratis agredir a un policía"

Los casos de agresiones a policías y guardia civiles llegan hasta los 10.000, situándose en una de las peores cifras de la historia.

Publicidad

Agentes de la Policía y Guardia civil denuncian el aumento de agresiones que sufren en sus intervenciones. Las agresiones cada vez son más violentas, la última de ellas, uno de los agentes necesitó puntos. Por eso, desde el Sindicato Unificado de Policías (SUP) piden ayudas para que los agentes puedan hacer frente a este tipo de situaciones sin poner en peligro su vida.

Se abalanzan contra ellos y les dan palizas hasta dejarles inconscientes, pero las penas establecidas son muy bajas, por lo que desde SUP añaden a sus peticiones un endurecimiento en las penas por atentar contra los agentes de la autoridad. "Sale prácticamente gratis agredir a un policía. Necesitamos medidas legislativas que refuercen el principio de autoridad", afirma Jacobo Rodríguez, portavoz de SUP. Además, anuncian movilizaciones.

"Dispositivos de grabación unipersonal, que cada agente pueda disponer de uno, así como de otros medios materiales como las pistolas taser", son algunas de las cosas que desde el sindicato solicitan, ya que podría ayudar a los agentes a parar al agresor, pues aunque hagan uso de su arma reglamentaria, no supone un impedimento para los agresores.

Las agresiones contra agentes de la fuerza de seguridad aumentan hasta las 10.000

En 2017, solo contra la Policía Nacional se cometieron 7.000 delitos de agresión contra policías. Sin embargo, los últimos datos ofrecen un gran aumento de estos casos, llegando hasta los 10.000. Una de las peores cifras de la historia.

La Policía Municipal de Pamplona ya utiliza la pistola taser

Desde mediados de diciembre, la Policía Municipal de Pamplona opera con pistolas Taser. Esta arma, un dispositivo inteligente y no letal de última generación, es capaz de ajustar la intensidad a las características físicas de la persona con la que interviene. Además, desde el instante de su extracción de la funda y activación se enlaza y comienza a tomar imágenes automáticamente con las cámaras personales de grabación.

El dispositivo es de un llamativo color amarillo para distinguirlo de otras armas y darle visibilidad. Los policías la deben portar en el lado contrario de 'la mano fuerte' (diestra o zurda según use el agente), en el pecho o en la pernera para evitar confusiones en situaciones de estrés.

El taser se considera una herramienta policial entre la porra y la pistola de fuego. Está regulada como el reglamento de armas y ante un posible agresor tiene un mayor efecto disuasorio al apuntar el objetivo con un puntero laser. Además, con este dispositivo, a priori, se evita el contacto cuerpo a cuerpo, y se rebaja por tanto la posibilidad de lesiones en una intervención policial.

Publicidad