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SE VIVIERON MOMENTOS DE TENSIÓN AL BUSCAR POSIBLES INFILTRADOS

Policías infiltrados durante el 25-S permitieron detener a los líderes más violentos

Ocho policías de la brigada de información actuaron como agentes infiltrados entre los manifestantes. Tres de ellos fueron agredidos cuando intentaban realizar una detención. Las cámaras captaron incluso algún momento de confusión entre agentes uniformados y camuflados. La Policía reconoce que la presencia de esos agentes es una práctica necesaria.

La búsqueda de posibles policías infiltrados generó, anoche, durante la manifestación en Madrid, momentos de tensión entre los asistentes. Gritos de Infiltrado, infiltrado, mientras la masa señalaba a un posible policía de paisano camuflado entre los manifestantes.

Nadie sabía si realmente se trataba de un infiltrado, pero la búsqueda de policías de paisano provocó los momentos de mayor tensión durante la segunda concentración en las inmediaciones del Parlamento.

Las sospechas estaban alimentadas por imágenes grabadas y difundidas el día anterior, en las que policías antidisturbios intentaron detener a un encapuchado, al que llegaron, incluso, a golpear, mientras otros agentes, de paisano, les aclaraban que el encapuchado era un compañero, un policía.

Algunos de estos agentes realizaron también detenciones de manifestantes. La presencia de policías infiltrados es habitual en todas las manifestaciones.

Los mandos policiales lo justifican asegurando que de esta práctica les permite detener a los líderes más violentos. Pero desde los convocantes se va más allá y extienden la sospecha de si estos policías infiltrados provocan la violencia para que los antidisturbios puedan actuar. Una acusación que los sindicatos policiales niegan rotundamente.

Hace meses, en una manifestación en Barcelona, un grupo de mossos de paisano fueron detectados por manifestantes y acorralados en la entrada de un garaje, hasta ser rescatados por compañeros uniformados. Anoche, en Madrid, el grito de la sospecha se escuchó varias veces, pero en ningún caso se trataba realmente de policías.

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