morsa Freya

Noruega sacrifica a la morsa Freya, convertida en un punto de atracción de bañistas

El animal marino fue visto por primera vez en el fiordo de la capital noruega el pasado 17 de julio y desde aquel día se convirtió en todo una captadora de masas para Oslo.

Noruega sacrifica a la morsa Freya, convertida en un punto de atracción de bañistas

Noruega sacrifica a la morsa Freya, convertida en un punto de atracción de bañistasPixaBay

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La gran sensación de este verano ha sido sacrificada en el fiordo de la capital noruega, Oslo. Y es que uno de los motivos por los que la morsa Freya ha sido inmolada es porque la vida de las personas que se acercaban a verla corrían peligro. Aunque, las morsas no suponen una amenaza para los humanos, sí que pueden atacar si se sienten en peligro.

"La decisión de sacrificarla se tomó sobre la base de una evaluación global de la amenaza que suponía para la seguridad humana", afirmó el responsable de la Dirección noruega de Pesca, Frank Bakke-Jensen, en un comunicado.

A pesar de las advertencias, muchas personas se bañaban junto a la morsa o se acercaban, incluso a veces con menores, para hacerse fotos con el animal. "Es infinitamente triste que hayan escogido sacrificar a un animal tan hermoso solo porque no nos hemos comportado bien con él", dijo la bióloga Rune Aae en la radio local NTB.

Las morsas, una especie protegida que se alimenta sobre todo de invertebrados como moluscos, gambas, cangrejos y pequeños peces, viven normalmente en latitudes más al norte, en el Ártico. Además, Las siestas de estos animales marinos pueden durar hasta un total de 20 horas al día, repartidas en dos turnos de sueño.

Freya, vista por primera vez el 17 de julio

Freya, que fue bautizada con ese nombre en honor a una diosa del amor y la belleza de la mitología de Noruega, fue vista por primera vez en el fiordo de la capital noruega el pasado 17 de julio, y desde aquel día se convirtió en todo una captadora de masas en el fiordo nórdico. La morsa fue grabada cazando pájaros ydurmiendo encima de botes, que se hundían bajo su peso.

"Estudiamos al detalle todas las soluciones posibles y concluimos que no podíamos garantizar por ningún medio el bienestar del animal", alegó el responsable de la Dirección noruega de Pesca.

"Podríamos haber probado a poner multas. Habríamos visto a las masas de gente desaparecer rápidamente", contó en la televisión TV2 Siri Martinsen, una portavoz de la asociación por la protección de los animales NOAH, que también considera que la decisión fue apresurada y podía haberse afrontado de otra manera.

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