Sucesos

El momento en el que el padre acusado de secuestrar a su bebé en Aragón se lo arranca de los brazos a la madre

"¡Que me lo des!", dice el progenitor mientras tira del pelo a su expareja. Cuatro personas han sido detenidas por el secuestro. Dos de ellas, el padre y el abuelo del pequeño.

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El pasado 13 de octubre, cuatro personas secuestraron a una bebé en un parking de Monasterio de Piedra (Aragón). Poco después se supo que dicho rapto fue perpetrado, según la Guardia Civil, por el padre y el abuelo del pequeño en colaboración con otras dos personas. Las cuatro han sido detenidas, y este martes ha salido a la luz el vídeo en el que se aprecia cómo el progenitor arranca de los brazos de su madre al niño, de apenas unos meses.

En el vídeo, se puede apreciar el instante en el que el padre trata de llevarse al niño al grito de "¡Que me lo des!", mientras la madre muestra resistencia y se opone rotundamente a darle al niño. Las cuatro personas que han sido detenidas por esta causa son el padre del niño, el abuelo paterno del niño, y también un amigo de ambos y una mujer que tendría relación familiar con el padre y el abuelo del pequeño, aunque no se conocen más detalles sobre estos dos últimos.

La madre, embaraza, acabó herida

La fuerte pelea del padre del niño con la madre provocó que ella acabase herida, por lo que hubo de ser atendida por los servicios médicos, dado que está embarazada de seis veces. Confirmado que la mujer se encontraba bien, y ya resuelto el secuestro y puesto el bebé a salvo, ella pidió que se llevara a la cárcel a ambos, pero el Ministerio Público también le dio un toque, alegando que, en la pelea, ambos se habían golpeado para defender sus respectivas intenciones.

Por ahora, las cuatro personas detenidas permanecen en prisión provisional, a la espera de saber si se abrirá una causa judicial contra ellos, se les impondrá una fianza a la espera de juicio, o se les dejará en libertad con cargos. La madre ha pedido que permanezcan en prisión por el momento, aunque la última palabra estará en manos de la justicia, que será la encargada de decidir si se puso en riesgo o no la integridad del menor al ser secuestrado.

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