No a la violencia de género, imagen de archivo

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NO ES LA PRIMERA VEZ QUE SE BARAJA INCLUIR ESTOS DATOS

Más de 7.000 mujeres han denunciado lesiones físicas por parte de sus parejas o exparejas en lo que va de año

No existe una estadística para las mujeres que han sido heridas graves o leves por sus parejas o exparejas similar a la de las víctimas mortales por violencia de género. No obstante, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género está valorando la posibilidad de elaborar algún tipo de estadística.

Un total de 7.410 mujeres han denunciado lesiones físicas por parte de sus parejas o exparejas en los primeros cuatro meses del 2019, según datos del Ministerio del Interior.

En la actualidad, no existe para las mujeres que han sido heridas por sus parejas o exparejas una estadística similar a la de las víctimas mortales por violencia de género que realiza la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y se actualiza cada vez que hay un nuevo caso. No obstante, este organismo está valorando la posibilidad de elaborar algún tipo de estadística, aunque por el momento no hay nada decidido, según fuentes de Presidencia.

Se estudian algunos criterios a seguir, como el de las hospitalizaciones, para que quede reflejado el número de mujeres heridas por violencia machista. Sin embargo, el exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha reconocido las dificultades de identificar desde un primer momento el motivo de las lesiones de la mujer ingresada. "Cuando el resultado no es de muerte, muchas veces no tienes constancia en los primeros momentos de si esa mujer ha sido apuñalada por su pareja, por un conocido o por alguien que la ha intentado robar. Hay elementos que en un primer momento pueden dificultar esa comunicación inmediata y exigiría un seguimiento para poder constatar si se ha producido por violencia de género", ha matizado.

Afirma que, mientras que en los accidentes de tráfico "hay una fuente muy segura porque la intervención permite conocer en qué circunstancias se han producido esas lesiones", en la violencia machista, "cuando se interviene no se sabe en un principio si es o no violencia de género".

No obstante, considera que no debe ser "excesivamente complejo" establecer un protocolo de coordinación con los hospitales para incluir en las estadísticas a las mujeres maltratadas heridas.

No es la primera vez que se valora la creación de estas estadísticas. En julio de 2013, durante el primer gobierno de Mariano Rajoy, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad anunció que barajaba la posibilidad de ampliar la información estadística sobre la violencia de género, con la inclusión de parámetros que contabilizasen el número de mujeres ingresadas en un hospital como consecuencia de malos tratos.

Finalmente, la única referencia a este tema apareció recogida en la Estrategia Nacional 2013-2016, que se limita a mencionar la necesidad de mejorar la recogida de datos estadísticos sobre violencia de género procedentes del ámbito sanitario.

Miguel Lorente indica que sería positivo la colaboración con los hospitales para que la sociedad tomase una mayor conciencia del problema. "Tenemos, por una parte, las denuncias o los casos considerados más leves y, por otra, los homicidios, donde se ve el impacto terrible y dramático. Eso no es suficiente, porque deja un hueco demasiado grande que no deja conocer la diferente graduación de la violencia, y permite que sea ocupado por todos los estereotipos, prejuicios y mitos que hay alrededor de la violencia".

El pasado jueves, una mujer de 32 años fue apuñalada en la calle por su expareja en Granada. La víctima estaba internada en un centro de acogida para mujeres maltratadas. Miguel Lorente ha apuntado que la protección en estas casas de acogida es "más de puertas para dentro", ya que las mujeres pueden seguir trabajando y saliendo a la calle, donde pueden ser identificadas por sus agresores.

Lorente ha sugerido "erradicar" el concepto de casas de acogida para víctimas de violencia de género para denominarlos "centros de recuperación", ya que se trata de un lugar donde "la mujer puede tener una atención, un sitio donde dormir, comer y estar segura con sus hijos, donde recibir una atención psicológica". Además, ha invitado a reflexionar sobre el hecho de que sea la mujer la que debe esconderse en estos hogares de acogida para huir de su agresor. Por ello, ha pedido que en los casos en que se haya identificado el riesgo, se adopten medidas contra el agresor como la prisión provisional o los dispositivos GPS que, a su juicio, "no se utilizan lo suficiente".

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