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LUCHA ENTRE PRODUCTORES

La Morcilla de Burgos vuelve a los juzgados en la batalla por su denominación

Los empresarios burgaleses no se rinden en la lucha porque se reconozca la peculiaridad de la morcilla de Burgos. Los detractores protestan por que conseguir la Indicación Geográfica Protegida sólo encarecerá el producto.

Durante siglos ha sido un alimento humilde y prácticamente cada familia lo elaboraba de una forma diferente. Sin embargo, desde hace más de 20 años, los empresarios de Burgos han peleado porque se conceda a la morcilla de Burgos, la Indicación Geográfica Protegida, (IGP).

Quienes se oponen aseguran que se trata de un alimento genérico y que basta con tener el nombre protegido. Ellos son los que controlan la mayor parte de la producción y piensan que el producto final se encarecerá si se aplica la marca de garantía porque obliga al uso de ingredientes de mejor calidad y más caros.

Por el momento, los tribunales han dado la razón a los defensores de la IGP así que como última vía para impedirla, los detractores han presentado un recurso de amparo al Tribunal Constitucional.

Los empresarios burgaleses insisten: “la morcilla que se hace con ingredientes baratos, no tiene que ser peor o mejor, es simplemente distinta y perjudica al producto que se pueda vender morcillas de inferior calidad con la etiqueta “Morcilla de Burgos”.

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