Caso Juana Canal

Jesús Pradales, declarado culpable por el asesinato de Juana Canal

El jurado popular del juicio por el crimen de Juana Canal ha declarado a Jesús Pradales por unanimidad culpable de un delito de homicidio doloso.

Jesús Pradales, el acusado por la muerte de Juana Canal, este martes en la Audiencia Provincial de Madrid

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Jesús Pradales ha sido declarado culpable de matar de forma intencionada a su pareja Juana Canal. El jurado popular ha declarado culpable por unanimidad al acusado del homicidio doloso (intencionado) y con agravante de parentesco de la mujer, que desapareció en 2003 y cuyo cuerpo no fue descubierto hasta 2019.

Este jueves se ha leído el veredicto dictado por los nueve miembros del jurado en la Audiencia Provincial de Madrid. El jurado popular considera probado que Jesús Pradales mató a la víctima de forma intencionada o, al menos, siendo consciente de que podría acabar con su vida. Además se añade el agravante de parentesco porque ambos eran pareja cuando ocurrieron los hechos.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular han mantenido su petición de 15 años de prisión por homicidio doloso para el acusado, mientras que su defensa, que inicialmente solicitó su absolución al considerar que fue una muerte accidental, ha pedido que sea condenado a 10 años de cárcel.

Reconstrucción de los hechos

Juana Canal y Jesús Pradales eran pareja. Ambos vivían juntos en un piso del distrito madrileño de Ciudad Lineal, donde el 23 de febrero de 2003 mantuvieron una discusión. La mujer dio aviso a la Policía Nacional de que había sido agredida, que acto seguido desplazó una patrulla a la vivienda.

Después de esta fuerte discusión, "con intención de quitarle la vida o siendo consciente de que con su acción este resultado podía llegar a producirse", la mató, aunque no se sabe cómo acabó con la vida de Juana Canal. También se desconoce la causa exacta de su muerte, pero el jurado ha considerado probado que ésta "no fue accidental".

La declaración de Jesús Pradales

Jesús Pradales admitió en su declaración ante el jurado popular que la descuartizó, sin especificar dónde ni cuándo. "Me puse nervioso, estaba acojonado, entré en pánico, pensé que como había venido la Policía antes me iban a culpar de la muerte de Juana", declaró el acusado.

También admitió que deshizo de sus restos en un paraje próximo a una finca de su familia, en la localidad abulense de Navarredondilla.

Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que investigaron el caso tras el hallazgo de los huesos apuntalaron, sin embargo, la hipótesis de que la muerte no fue accidental sino intencionada. En la misma línea se posicionó la fiscal durante la lectura de su informe final, aduciendo que, pese a la imposibilidad de saber cómo murió la víctima, solo el hecho de que fuera de forma intencional puede explicar "de forma lógica" lo ocurrido.

La falta de datos objetivos en el caso, agregó, no es fruto de la casualidad sino de que el acusado "fue ocultando y despistando para impedir que se pudiera saber si Juana estaba viva o muerta, cómo fue su muerte o dónde estaba enterrada".

Tras el veredicto de culpabilidad, el magistrado que ha presidido el tribunal del jurado deberá dictar una sentencia condenatoria acorde a los hechos considerados como probados.

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