El incendio que afecta a la localidad de Oia, Pontevedra, sigue fuera de control. Tres municipios se han visto afectados por las llamas y los vecinos han tenido que ser desalojados. Algunos han necesitado asistencia sanitaria por inhalación de humos.
Más de 1.850 hectáreas han resultado afectadas por el fuego. Alrededor de 300 efectivos de la Ume trabajan en la zona, así como numerosos medios aéreos y decenas de brigadas.
La prioridad está siendo proteger las viviendas. Es por ello que muchos vecinos refrescan las entradas de sus casas ya que el viento podría reavivar las llamas en cualquier momento.
La conselleira de Medio Rural y del Mar, Rosa Quintana, ha afirmado que confiaba en que se pudiese dar por controlado en un breve plazo de tiempo aunque el viento está dificultando las tareas e incluso ha habido rebrotes puntuales.
En Ribeira también se ha declarado otro incendio que ha obligado a cortar la autovía del Barbanza y a desalojar un polígono industrial aunque ya han vuelto a la normalidad. Algunas casas han tenido que ser desalojadas. El fuego también se encuentra ya controlado y sin llamas tras haber quemado 175 hectáreas. Se está refrescando esta zona para evitar que se reactiven los focos. Se busca a un sospechoso que ha huído en una moto como presunto autor del fuego.
En la extinción de estos incendios han participado numerosos medios locales, autonómicos, estatales y militares de la UME, todos coordinados por la Xunta.
El Ministerio de Medio Ambiente ha informado, además, de que ha movilizado también medios para colaborar en el control y la extinción de incendios declarados en San Cristovo de Cea, Paderne de Allariz, Taboadela y Baños de Molgas (Ourense) aunque no especifica la superficie afectada por estos fuegos. Solo en Ourense se han quemado más de 4.000 hectáreas.
