Publicidad

ESPEJO PÚBLICO | PIDE UNA INDEMNIZACIÓN MILLONARIA

Un hombre absuelto de violar a su esposa reclama al Estado para ver a sus hijos

José González fue condenado a seis años de cárcel por una denuncia de su mujer en la que le acusaba de violación. Ahora, se ha demostrado que es inocente, pero ya es tarde para recuperar el tiempo perdido con sus hijos, con quienes no tiene relación tras pasar todos los años que ha durado el proceso alejado de ellos.

Un hombre absuelto por el Tribunal Supremo de la violación de su esposa, y que había sido condenado a seis años de cárcel y el pago de una indemnización de 9.000 euros, ha formulado una reclamación ante el Ministerio de Justicia en la que exige el pago de 2.734.000 euros a consecuencia de los daños morales y psicológicos que le ha causado el no poder ver a sus dos hijos desde el año 2003, cuando su entonces pareja sentimental presentó la denuncia que derivó en este proceso.

Ahora el Supremo le absuelve, pero para él es "demasiado tarde"."Me siento solo y abandonado por el sistema judicial, se me ha tratado como un violador, a pesar de que soy inocente y siempre lo he tenido muy claro", ha explicado José González en Espejo Público.

"La situación es caótica, no tengo ganas de vivir, desde 2003 estoy en tratamiento psicológico", ha continuado, para señalar, que está "en contra de cualquier tipo de maltrato, pero también las personas que ponen denuncias falsas deberían ser condenadas".

José se queja de que ya es "imposible" retomar la relación con sus hijos, sobre todo con el mayor, que ahora tiene 18 años. "Mi hijo me dijo que era un mal padre en un encuentro que me permitieron con él. Fue una experiencia terrible que me dijera eso. Lo peor de mi vida", asegura José.

"Se han limitado a preguntarle delante de su madre a ver si querían verme y la respuesta, obviamente, ha sido que no. Mi vida es un calvario y llevo con depresión desde entonces.

Los hechos
La Audiencia Provincial de Sevilla dictó una sentencia en abril de 2008 en la que relataba que el 25 de mayo de 2003 el procesado, defendido por el letrado Luis Romero, propuso a su esposa mantener relaciones sexuales, pero como quiera que la víctima no quería le propinó varios puñetazos en el hombro y le quitó los pantalones del pijama.

Momentos después, según el relato de la Audiencia Provincial, la víctima se dirigía al salón del domicilio familiar cuando fue abordada por el imputado, quien le colocó un cuchillo de cocina en el cuello "diciéndole que la iba a matar y que volviera a la cama". Al llegar al dormitorio, el procesado la arrojó sobre la cama "diciéndole que si se resistía le volvería a pegar". 

Tras ello, "pese a la negativa de la víctima y ante el temor de sufrir nuevas agresiones, dejó que el procesado la penetrara vaginalmente". Por estos hechos, la Audiencia lo condenó a seis años de prisión y al pago de una indemnización de 9.000 euros por un delito de agresión sexual

 

Publicidad