La primera actuación tuvo lugar cuando los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana que prestaban servicio de seguridad en la autovía A-7, a su paso por Almería, recibieron una llamada en la que alertaban que una persona estaba apoyada en lo más alto de la barandilla de seguridad del puente del Bayyana. Cuando llegaron los agentes, esta persona se puso de pie sobre la cornisa del puente mirando hacia abajo. Los guardias civiles se dirigieron hacia él y agarrándolo por la cintura evitaron que se arrojara al vacío.
Apenas unos días después, la Guardia Civil volvió a recibir una llamada de emergencia en la que les advertían de la presencia de otra persona encaramada en el mismo puente del Bayyana. En esta ocasión, el hombre amenazó a los agentes con arrojarse al vacío si se aproximaban. Tras unos minutos de conversación, pudieron acercarse y bajarlo de la barandilla.
La tercera actuación tuvo lugar en la localidad de Huércal Overa. Tanto la Guardia Civil como la Policía Local recibieron el aviso de que una mujer amenazaba con suicidarse en su domicilio.
Personados los agentes de inmediato observaron cómo un hombre sujeta a una mujer en estado muy nervioso que presentaba cortes en las muñecas y en el cuello. Dada la gravedad de las heridas, la Guardia Civil junto con un componente de la Policía Local, utilizaron sus propios uniformes para presionar los cortes e intentar evitar la hemorragia que sufría la mujer para salvarle la vida hasta la llegada de los servicios médicos.
