Negligencia médica

Condenado un fisioterapeuta en Ourense por causar un neumotórax a una paciente: "Dijo 'aquí no era'"

La Audiencia Provincial de Ourense ha ratificado la condena al profesional por un delito de lesiones por imprudencia grave.

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El 27 de junio de 2019, lo que debía ser una sesión rutinaria de fisioterapia para aliviar unas contracturas se convirtió en una experiencia traumática para na joven ourensana que entonces tenía 18 años. Acudió a una clínica de la ciudad para someterse por segunda vez en una semana a una técnica conocida como punción seca profunda. Pero aquella intervención se saldó con una grave negligencia médica: la perforación de la pleura de ambos pulmones.

Según ha informado' Faro de Vigo', el fisioterapeuta que la atendió insertó incorrectamente las agujas en la zona de los hombros sin haber informado previamente a la paciente de los posibles riesgos ni haber solicitado su consentimiento informado. La joven recuerda cómo, nada más comenzar el procedimiento, comenzó a toser de forma continua e incontrolable. "Él paraba cuando yo tosía y dijo una frase que tengo en la mente: 'Aquí no era'", relata Elena al citado periódico.

El profesional llegó incluso a utilizar una segunda aguja "mucho más grande, como del tamaño de mi teléfono", según describió la afectada, quien en ese momento confiaba en que el sanitario sabía lo que hacía. Pero el resultado fue un neumotórax bilateral traumático, una complicación que ocurre en apenas 1 de cada 10.000 casos, y que en su caso se produjo en dos pinchazos distintos.

Elena fue ingresada de urgencia y pasó una semana hospitalizada tras una intervención quirúrgica para colocarle drenajes en ambos lados del tórax. "Solo podía respirar hasta cierto punto, como si tuviera la aguja todavía clavada", recuerda. Pese a que los niveles de oxígeno eran normales, ella insistió en que le hicieran una placa. Fue entonces cuando los médicos detectaron la gravedad del daño.

Durante la intervención, permaneció despierta. "Escuché todo, me hablaban a cada rato y de repente oí: '¡Que se nos va a morir, dadme el oxígeno!'", relata entre lágrimas. A día de hoy, asegura que todavía arrastra secuelas psicológicas. "No puedo aguantar debajo del agua, me agobio, y si me falta el aire haciendo ejercicio me entra pánico", confiesa.

Seis meses de inhabilitación profesional

El Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense condenó al fisioterapeuta a una multa de 1.800 euros, seis meses de inhabilitación profesional y al pago de 5.016,09 euros como indemnización —además de los intereses legales— por un delito de lesiones por imprudencia grave. La sentencia, que ya es firme, ha sido ratificada por la Audiencia Provincial, que califica la actuación del profesional de "muy descuidada", con una "clara impericia" y "sin la mínima cautela exigible".

Ni el condenado ni la clínica —responsable civil subsidiaria— recurrieron al Tribunal Supremo. La aseguradora ya ha abonado parte de la compensación a la víctima. El abogado de Elena, Ricardo José Orbán Moreno, ha subrayado la importancia del consentimiento informado en cualquier procedimiento invasivo, algo que, como recuerda, es obligatorio en la práctica de la punción seca.

Seis años después, Elena ha vuelto a acudir a fisioterapia, pero rechaza rotundamente cualquier técnica con agujas. "A eso le tengo pánico", afirma.

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