Día Internacional de la Prevención del Suicidio: cómo podemos ayudar

El Día Internacional de la Prevención del Suicidio se celebra cada 10 de septiembre desde el año 2003. La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio fue la promotora de esta efeméride junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En esta jornada se trata de concienciar sobre la importancia de la salud mental y de la prevención del suicidio.

A lo largo del Día de la Prevención del Suicidio se organizan charlas, campañas, conferencias, eventos educativos y publicaciones en medios para contribuir a la prevención de las conductas suicidas.

El objetivo de prevenir los suicidios se puede lograr a través de medidas de atención al paciente como el teléfono de la esperanza. Este servicio consiste en una línea gratuita que se mantiene abierta durante todo el año y desde la que profesionales tratan de asesorar y animar a todo aquel que llama para que afronte sus crisis de la mejor manera sin llegar al suicidio. El teléfono de la esperanza es el número: 717003717.

Asimismo, el Ministerio de Sanidad atiende de forma gratuita, todos los días del año, las 24 horas del día a todas aquellas personas con pensamientos, ideas o conductas suicidas, así como a sus familiares, a través de la línea de atención a la conducta suicida, el 024.

Cruz Roja también ofrece una línea de atención psicológica 900107917 en la que se hace una escucha activa y especializada por parte de psicólogos, las 24 horas del día, para todas aquellas personas que lo necesiten.

En 2021, último año del que se disponen datos en el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre defunciones, la principal causa de muerte externa (aquella que no está relacionada con una patología) fue el suicidio con 4.003 fallecimientos, un 1,6% más que en 2020. De estos 4.003 fallecidos, 2982 eran hombres y 1021, mujeres.

A nivel mundial se suicidan casi un millón de personas cada año y es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, algo que preocupa a la mayoría de países y a la Organización Mundial de la Salud.

Para ayudar a prevenir una conducta suicida, hay que prestar atención a ciertos factores de riesgo que pueden desembocar en un suicidio. Algunos de estos factores de riesgo son padecer depresión u otra enfermedad mental, consumir drogas, tener antecedentes familiares, sufrir una pérdida material o afectiva importante o tener actitudes de aislamiento y descuido personal.

Ante cualquier síntoma de conducta suicida, la mejor prevención es acudir a un profesional y que la familia y amigos de la persona afectada estén pendientes y traten de animar y ayudar en todo momento.

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