Suicidios

Benjamín Ballesteros, de la Fundación Anar: "La conducta suicida es un auténtico tsunami"

Durante el año 2022 la Fundación ANAR recibió 217.693 peticiones de ayuda procedentes de toda España. Se han atendido 17.896 casos graves que han requerido orientación psicológica, jurídica y/o social. Su número casi se ha duplicado en los últimos 6 años.

Una joven apoyada contra la pared mirando hacia abajo

Una joven apoyada contra la pared mirando hacia abajoFreepik

Publicidad

Su crecimiento tiene muchas explicaciones pero lo cierto es que los problemas de salud mental representan ya el 45,1% de los casos atendidos a través de la Línea del Niño y Adolescente. Pero preocupa especialmente la conducta suicida, que se ha multiplicado por 34,8. Le siguen las autolesiones, ansiedad, tristeza/depresión y trastornos de la alimentación (estos últimos se incrementan un 291%). Los casos de autolesiones, que se han multiplicado por 45,7 en esta década, pasando de 71 casos en 2012 a 3.243 en el año 2022, son un fenómeno íntimamente relacionado con los intentos de suicidio, por su alta probabilidad de desenlace fatal cuando los niños, niñas y adolescentes cambian de procedimiento.

También están relacionados con este crecimiento de los intentos de suicidio la baja autoestima y los complejos. Los primeros crecen significativamente respecto a 2021: los problemas de baja autoestima (+494% respecto al año 2021), obsesiones relacionadas con la autoimagen (+440%) y complejos (+350%). Internet y las redes sociales también salen reflejados en el informe. El uso de la tecnología y el acceso a las citadas redes sociales están implicados en todos estos fenómenos y los atraviesan y potencian de forma transversal.

Benjamín Ballesteros, director técnico de la Fundación ANAR y portavoz, considera que "la conducta suicida es un auténtico tsunami que no podemos dimensionar aún porque crece cada año. Y que está directamente relacionado con la soledad, el uso de la tecnología y cómo se está informando sobre la conducta suicida".

La violencia

La violencia ejercida contra los menores de edad en sus distintas manifestaciones no desciende. Sigue siendo el principal motivo de llamada de los adultos que contactan con la Fundación. Representan, seis de cada diez consultas y ocupa el segundo puesto en las peticiones de ayuda de niños, niñas y adolescentes (34,7%). La violencia de género sigue creciendo de manera continuada desde hace 13 años: se ha multiplicado por 16,5, con 3.471 casos registrados por ANAR en 2022. El tipo de violencia de género que más crece es la que se ejerce contra adolescentes. Y resulta especialmente preocupante que el 47,5% (3,9% más respecto a 2021) de ellas no era consciente del problema, es decir, no admite estar siendo víctima de este tipo de violencia a juicio del psicólogo que la atiende.

Muy relacionado con esto destacamos también el número de casos de agresión sexual. En concreto se atendieron 1.088 llamadas que ANAR atendió en 2022. A estos hay que sumar los 3.045 casos de maltrato físico y psicológico. En opinión de Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, “los y las menores de edad se sienten solos y no tienen la capacidad de pedir ayuda. Debemos ser los adultos y adultas quienes estemos alerta, detectemos las señales de peligro y demos traslado a la Fundación ANAR a través de sus Líneas de Ayuda ante la mínima sospecha de riesgo”.

Esta organización hace un llamamiento a estos problemas que crecen de manera exponencial. A su juicio, los medios de comunicación tienen un papel creciente en la socialización de las personas, y por ello pueden jugar un rol activo en la prevención del suicidio. Como recuerda el documento “Prevención del suicidio: Un instrumento para profesionales de los medios de comunicación”, publicado por la OMS en 2000, la forma de comunicar sobre el suicidio puede ayudar a prevenirlo o, por el contrario, puede conllevar un mayor riesgo de provocar efecto contagio.

Publicidad