Crimen de Cabanas

El detenido por la violación y asesinato de Elisa Abruñedo confiesa el crimen 10 años después

El hombre ha confesado que cometió el crimen y la agresión sexual. Tras su detención, se está investigando si este individuo estaría implicado en otros dos casos que están sin resolver.

Efectivos de la Guardia Civil trasladan al asesino confeso de Elisa Abruñedo a su vivienda de Narón para hacer un registro

Efectivos de la Guardia Civil trasladan al asesino confeso de Elisa Abruñedo a su vivienda de Narón para hacer un registroEFE

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La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el detenido por el crimen de Elisa Abruñedo, un hombre de 49 años y residente en Narón (A Coruña).

Está investigado por los delitos de homicidio o asesinato, a la espera de definir durante la instrucción, y por agresión sexual, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Tras varias horas declarando en el juzgado, y tras reconocer el crimen en dependencias de la Guardia Civil, el arrestado ha salido cerca de las 18,30 horas de la tarde de este jueves y ha sido trasladado a la cárcel de Teixeiro, en Curtis (A Coruña).

El arrestado en relación a estos hechos ha llegado a los juzgados de Ferrol sobre las 10:30 de este jueves en un vehículo todoterreno de la Guardia Civil, apoyado por otra patrulla del instituto armado, donde ha pasado a disposición judicial.

¿Cómo se fraguó su detención?

Después de realizarse la autopsia de Elisa, se pudo confirmar que las heridas que acabaron con su vida se habían realizado con un tipo de cuchillo que emplean los cazadores. A raíz de eso, se tuvo en el punto de mira a un posible cazador corpulento que conociera bien la zona de Cabanas.

El asesino dejó restos de su ADN en el escenario del crimen, convirtiéndose esta prueba en el hilo principal del que tiró la Guardia Civil durante estos diez años. Por ese resto biológico sabían que el homicida era un hombre pelirrojo. Un dato muy concreto que reducía substancialmente la búsqueda.

Por ellos, los investigadores decidieron hacer pruebas genéticas voluntarias a familias de la comarca de Ferrolterra. Unas muestras que cruzaron con los restos biológicos que fueron encontrados en el cuerpo de Elisa. Gracias a ello, encontraron una compatibilidad, que no fue del cien por cien ya que coincidía con el ADN de un familiar del presunto asesino. Acotaron la búsqueda y dieron con el sospechoso.

La evidencia definitiva fue un coche Citroën ZX que un testigo aseguró ver en la tarde en la que tuvo lugar el crimen. Un modelo de coche que el detenido utilizaba para moverse.

Podría estar relacionado con otros dos casos

Después de su detención, se está investigando si este individuo estaría implicado en otros dos casos que están sin resolver. Uno de ellos, una agresión a una chica ocurrida en el ayuntamiento de Oleiros. La descripción que la víctima facilitó de su agresor coincide con la del asesino de Elisa Abruñedo.

Además, se investiga su conexión con el caso de una mujer que apareció muerta a orillas del río Miño en Ourense.

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