Graffiti dedicado a Prince en Barcelona

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EL MURAL SE ENCUENTRA A POCOS METROS DE LA TORRE AGBAR

Dedican un mural en Barcelona al recién fallecido Prince

Prince Rogers Nelson, más conocido como Prince, era todo un ídolo para los dos artistas canarios residentes en Barcelona, por lo que decidieron homenajearle de un modo vistoso. No ha sido un trabajo fácil, ya que la capital catalana apenas dispone de espacios en los que el grafiti sea legal.

El arte callejero -o "street art" para los snobs- es inexorablemente efímero porque siempre vendrá alguien detrás que pinte sobre tu obra, y eso lo saben los dos jóvenes canarios que han dedicado un gigantesco mural en una calle de Barcelona a Prince el cantante de Minnesota muerto repentinamente.

Txemy y Lauro Samblás han colaborado en la realización de esta obra situada a pocos metros de la Torre Agbar de Barcelona, que idearon horas después del fallecimiento de Prince, una noticia que por lo inesperada ha supuesto un shock para los seguidores del cantante y para el mundo de la música y el arte en general.

"Me encanta su música, puede que porque mi padre siempre tenía puesta la tele en casa con videoclips; y de hecho el primer clip que recuerdo de mi infancia es precisamente de Prince, un artista que toda la vida me ha gustado mucho", explica a Efe Txemy, encargado de la parte del rostro perfilado del mural. "Su rostro tiene mucho que ver con mi estilo, sus labios, su estilo voluptuoso en general", explica sobre esta obra inspirada en parte en una de las portadas del cantante.

Para Lauro, responsable de los aspectos geométricos, uno de los principales legados de Prince es precisamente su capacidad de marcar un impacto visual en el mundo de la música y de las tendencias, crear una imagen y perdurar en el tiempo: y lo ha conseguido".

Estos dos tinerfeños se conocieron estudiando Bellas Artes, y llevaban tiempo buscando una ocasión para trabajar juntos en un mural tras encontrarse de nuevo en Barcelona, donde viven desde hace más de diez años. "Yo trabajo el collage y estoy intentando pasar al mundo del grafiti mi trabajo de collage manual, una síntesis de cómo llevar el mundo del papel al del grafiti", indica Samblás.

El mural, de unos cinco metros de largo por dos y medio de alto, se encuentra en una de las pocas zonas de Barcelona donde está autorizado que los grafiteros y artistas callejeros realicen sus obras, por lo que este homenaje al príncipe púrpura puede tener las horas contadas."Claro que me gustaría que el mural se pudiera quedar, pero no sé ni cómo aguanta todavía", comenta Txemy, quien viaja mucho fuera de Barcelona ante lo complicado (y perseguido) que está pintar en las calles de la capital catalana, donde sólo hay unas pocas zonas acotadas para ello.

A juicio de este creador, es paradójico que siendo Barcelona una de las principales urbes españolas en el ámbito del diseño y el arte gráfico "esté prohibido pintar incluso en zonas industriales y con permisos de los propietarios". En este sentido, cree que estos murales deberían tener un trato diferenciado por parte de la administración con respecto al grafiti, que nace en su base como un acción de arte al margen de las leyes. No obstante, para su amigo Lauro el grafiti y arte callejero, "como la vida", es algo efímero, y ese factor lo hace más interesante "porque le hace tener un principio y un final, uno se come a otro, como en el ciclo de lo que es la vida".

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