Barcelona

Cuatro años de silencio judicial: el calvario de Sergi, el menor con Asperger que fue violado por sus compañeros

Los hechos ocurrieron en 2018 y la familia lleva esperando desde entonces a que la justicia dicte sentencia contra los jóvenes que abusaron de Sergi.

Abusos a menores

Abusos a menoresPixabay

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En 2019 la familia de Sergi, un menor diagnosticado con síndrome de Asperger, interpuso una denuncia contra un grupo de chicos por agresión física y sexual en el centro Virgen del Rosario de Vallirana (Baix Llobregat).

Según la denuncia, los compañeros de instituto de Sergi, que entonces tenía 13 años, le hicieron la vida imposible hasta que finalmente el niño acabó abandonando el centro.

Los hechos ocurrieron entre octubre y noviembre de 2018. Durante ese tiempo los compañeros del menor le realizaron felaciones y todo tipo de tocamientos mientras grababan y se reían.

Los progenitores se dieron cuenta de que algo iba mal porque la actitud de Sergi había cambiado y estaba más nervioso. "Iba al lavabo y se empezaba a enjabonar diciendo 'que asco, que asco'", recuerdan.

Al preguntarle, lo primero que dijo Sergi es que sus compañeros le hacían bullying, después confesó los abusos. "En diciembre lo contó y explicó las masturbaciones, los intentos de penetración y las felaciones".

La familia pide 4 años de internamiento

Cuatro años después de aquel dramático episodio la familia continúa recordando el calvario porque la sentencia aún no ha llegado. Cuentan que desde el día que supieron lo que le habían hecho a Sergi están destrozados y lamentan que la demora de la justicia para castigar a los culpables se ha hecho eterna.

La fiscalía de menores de Barcelona acaba de solicitar entre dos y tres años privados de libertad para los cuatro adolescentes acusados ​​de agredir sexualmente a Sergi. Sin embargo, para los padres la pena debería ser de cuatro años de internamiento en un centro de justicia juvenil.

Además, advierten que hay otros siete menores que también participaron en los abusos y que quedarán impunes. "Ha sido horroroso", relata la madre, Pilar Joan, que reconoce que su hijo todavía sigue en tratamiento psicológico, ha intentado quitarse la vida en varias ocasiones y es incapaz de salir de casa.

La familia también solicita responsabilidades a la escuela donde ocurrió por corresponsabilidad en los hechos.

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