Medio año después del inicio de la pandemia de coronavirus, Asturias sigue siendo la comunidad menos afectada por el virus. A pesar del aluvión del turismo del verano han conseguido sujetar al virus. Las claves del 'milagro asturiano': fueron los primeros en imponer la mascarilla, hacen 266 PCR por cada 1.000 habitantes y están por encima de la media en ratio de enfermeros, camas de hospital y plazas de residencias de mayores.
Asturias es una isla en esta pandemia; en julio ni un contagio y en esta segunda ola 64 positivos de coronavirus. Desde marzo hicieron los deberes y esta es la receta asturiana para combatir el coronavirus: desde el principio apostó por la atención primaria, realizó PCRs en los hospitales y hasta en la Universidad.
En ningún momento ha habido colapso hospitalario ni saturación de camas ni UCIs. Las residencias de ancianos se dotaron con personal sanitario. Los rebrotes por el ocio nocturno o las celebraciones familiares los han frenado con tests masivos; están prohibidas las fiestas, los mercados y las ferias.
Este paraíso sanitario ha sido un reclamo para el turismo: hoteles rurales que han cerrado con un 90% de ocupación en agosto. Asturias tiene además una ventaja: su orografía. El difícil acceso por carretera desde el resto de la Península y su escasa densidad de población han beneficiado este 'milagro asturiano.
"Hay que actuar"
El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha remarcado este martes que "para contener la expansión del virus, hay que actuar", de forma que las comunidades autónomas no pueden "mirar hacia otro lado".
En un mensaje difundido en su perfil de Facebook, ha recordado que ya hay tres comunidades autónomas -Galicia, Comunidad Valenciana y Canarias- que presentan una mejor situación epidemiológica que Asturias, que en estos momentos registra una incidencia de 120 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días y de 63 en la última semana.
Estas comunidades, ha subrayado, presentaban hasta ahora una peor situación epidemiológica pero han logrado "doblegar la curva" aplicando las medidas necesarias, lo que a juicio del jefe del Ejecutivo asturiano representa "un mensaje de esperanza" para el resto de las autonomías y el conjunto del país.
