Síndrome de Diógenes

Los bomberos rescatan a un hombre de 250 kilos con síndrome de Diógenes atrapado entre toneladas de basura

El hombre, de 48 años, pesa 250 kilos y los equipos de Emergencia han tenido que derribar una pared del inmueble para lograr sacarlo.

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Rescate al límite en el Prat de Llobregat, en Barcelona. Los bomberos y la Policía Local han liberado a un hombre de 48 años y 250 kilos de peso que estaba atrapado en su vivienda. El propio rescatado fue quien llamó al 112 a primera hora de la mañana de este jueves porque no se encontraba bien y pidió ayuda.

Cuando los sanitarios llegaron al domicilio se encontraron con una situación extrema: no podían entrar al piso por la puerta debido a la gran cantidad de basura acumulada.

Ante la imposibilidad de entrar a la vivienda, los bomberos han tenido que usar una retroexcavadora para conseguir abrirse paso entre los desperdicios. Los equipos de Emergencia han reventado la pared y una ventana del bajo en el que vivía este hombre para así poder acceder a él.

Para evitar el derrumbe y asegurar el rescate, además de reventar la ventana, tuvieron que apuntalar el techo del inmueble.

Atrapado entre toneladas de basura

Ha sido un rescate extremo y muy complicado. El personal tardó cuatro horas en poder llegar al hombre, que había quedado atrapado entre toneladas y toneladas de basura que había acumulado en su domicilio a lo largo de los años.

El hombre vivía en condiciones insalubres y, según los vecinos, acumulaba basura en todas las habitaciones de este piso de 90 metros cuadrados. Los efectivos han utilizado trajes especiales durante las tareas de liberación.

El hombre fue trasladado al Hospital de Bellvitge, ya que estaba deshidratado y tenía una pierna gangrenada. El Ayuntamiento de El Prat está estudiando el caso y trata de averiguar si el rescatado recibía en la actualidad algún tipo de ayuda por parte de los servicios sociales.

Por su parte, algunos vecinos aseguran que hacía unos tres años que el individuo no salía de su casa y que, incluso, convivía entre ratas. El domicilio ya está tapiado.

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