El Ayuntamiento de Marbella, del Partido Popular, aprobó el pasado 19 de abril la adquisición de 15 pistolas eléctricas de modelo táser. Estas armas, en lugar de balas lanzan un cable que al alcanzar su objetivo produce una descarga eléctrica. El objeto de esta compra, según varios medios, sería la utilización de estas armas por parte de la Policía Local en caso de tener que defenderse de agresiones por parte de personas pertenecientes a colectivos vulnerables que, por sus condiciones de vida, higiénicas y de salud, son potenciales transmisores del coronavirus.
Estas armas no están consideradas como letales, si bien hay informes de Amnistía Internacional que señalan que pueden provocar la muerte en determinadas circunstancias y también provocar daños cerebrales. Y es que las pistolas táser pueden propinar una descarga de 50.000 voltios.
En el informe propuesta de adjudicación se apuntaba que "las actuales circunstancias obligan a extremar las condiciones de contacto con la población en general y especialmente con colectivos vulnerables como gentes sin techo o drogodependientes que les hacen, como consecuencia de sus adicciones, blancos fáciles a la hora de contraer cualquier tipo de enfermedad y, por tanto, de contraer este virus ya que muchos de ellos viven permanentemente an las calles, con el consiguiente riesgo de contagio que sufren los mismos".
Cada arma costaría 2.900 euros, por lo que el gasto del consistorio marbellí ascendería a 43.500 euros en pistolas táser en su lucha contra la COVID-19.
