Un avión aterriza de emergencia en Bilbao tras fallecer un pasajero en pleno vuelo

Un avión con destino Hamburgo ha tenido que aterrizar de emergencia en Bilbao, tras fallecer un hombre en pleno vuelo. Pese a forzar el aterrizaje, cuando el avión ha pisado tierra el hombre ya había fallecido horas antes tras sufrir un ataque al corazón.

Los hechos han tenido lugar en la tarde de este domingo, después de que un avión alemán con 200 pasajeros saliera de Gran Canaria alrededor de las 16:00h de la tarde, y tres horas más tarde el pasajero, un hombre jubilado que viajaba con su hija, comenzaba a sentirse indispuesto y sufría un infarto. Los viajeros y la tripulación intentaron auxiliarlo, pero no hubo éxito, por lo que el piloto decidía aterrizar de emergencia en Bilbao sobre las 20:00h de la tarde.

Hasta la pista de aterrizaje se trasladó una ambulancia y un helicóptero, pero no hicieron falta, ya que el hombre había aterrizado muerto en Bilbao, y los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Tras lo ocurrido, el avión no pudo retomar la ruta, ya que el aeropuerto de destino tenía un límite horario y cerraba a las 12:00 horas de la noche, por lo que los 200 pasajeros tuvieron que pasar la noche en Bilbao, en un hotel que les ofreció la compañía aérea. Tras el desalojo de la nave, el juez de guardia procedió al levantamiento del cadáver.

Otro aterrizaje de emergencia

No es la primera vez que se produce un aterrizaje de emergencia en lo que va de año, ya que en septiembre un avión que salía de Milán dirección a Londres, tenía que ser desviado a París debido al comportamiento de dos pasajeros, los cuales fueron detenidos por las autoridades francesas al pisar tierra.

Los hechos tenían lugar a 30.000 pies de altura, cuando dos pasajeros empezaron a tener un comportamiento extraño destruyendo sus pasaportes, comiéndose las páginas y tirándolas por el inodoro. Un comportamiento que hizo a los pasajeros del avión entrar en pánico.

Uno de los dos protagonistas de esta historia se encerró en el baño durante un largo periodo de tiempo, y cuando una de las azafatas tocó a la puerta para que saliera de ahí, este hizo caso omiso, creando más tensión entre los pasajeros. Lo que obligó a los pilotos a tomar la decisión de desviar el vuelo y hacer un aterrizaje forzoso en París para terminar con el conflicto. Uno de los pasajeros describió el vuelo como "los 15 minutos más aterradores de mi vida".

Al llegar a tierra, las autoridades francesas arrestaron a los dos individuos y registraron los equipajes. Finalmente, el vuelo pudo retomar su ruta original hacia el aeropuerto de Londres-Stansted.

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