La variante ómicron del coronavirus ha vuelto a
restringir la actividad social en varios países europeos, mientras que cada vez
son más los que blindan sus fronteras frente a los vuelos procedentes de países
de África. Países Bajos está ya en confinamiento nocturno para
las actividades no esenciales e Israel se ha convertido en el primer país
del mundo en reintroducir la prohibición de entrada al país de los extranjeros.
Lo que más preocupa es la capacidad de mutación del
virus. Daniel López acuña, epidemiólogo, explica que en estos momentos existen
más de 30 mutaciones que acumulan las mutaciones de variantes anteriores y
hacen que la proteína con la que el virus entra en las células tenga más
potencia para penetrar. Sin embargo, el virólogo Estanislao Nistal explica que esta
variante del virus "muy probablemente" no será tan virulenta gracias
a la vacunación. A pesar de ello, los expertos apuntan que es muy importante
mantener la distancia de seguridad y seguir con el uso de la mascarilla. Países
como Inglaterra ya han anunciado que las mascarillas volverán a ser
obligatorias en comercios y el transporte público.
Los casos de la variante ómicron siguen detectándose
en varios países. Las autoridades sanitarias de Países Bajos han confirmado
este domingo la presencia de al menos 13 casos de la nueva variante entre los
61 pasajeros que dieron positivo el pasado viernes tras aterrizar en el
aeropuerto de Ámsterdam en dos vuelos procedentes de Sudáfrica.
El Instituto de Salud Pública (RIVM) está analizando
este fin de semana las muestras recogidas a 61 de los 624 pasajeros que
llegaron el viernes de Johannesburgo y Ciudad del Cabo, aunque la investigación
de las demás pruebas positivas continúa por lo que los casos de la nueva
variante pueden aumentar.