Salud

Por qué en verano tenemos menos hambre

Durante los meses de verano muchas personas notan un cambio en sus hábitos alimenticios: el apetito disminuye y prefieren comidas más ligeras y refrescantes.

niña comiendo sandía

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Cuando llega el verano, decimos adiós a las comidas copiosas y a los guisos calientes. Llega el momento de cremitas ligeras, ensaladas, salmorejo o gazpacho. Pero, ¿por qué apetecen más estas comidas? En esta época, el organismo prioriza mantenerse fresco e hidratado, lo que modifica tanto el metabolismo como el comportamiento alimenticio. Además, las comidas de invierno suelen ser copiosas, altas en grasas y proteínas, por lo que su digestión es más larga y pesada y la sensación térmica que provocan no es refrescante, sino todo lo contrario.

Además de ser ligeras, en verano también solemos perder el apetito. ¿Por qué ocurre esto? Este fenómeno no es casualidad. El calor, los cambios en la rutina y las necesidades fisiológicas influyen directamente en nuestra sensación de hambre. A continuación, contamos más en profundidad.

¿Por qué en verano apenas tenemos apetito?

Estas las tres razones principales por las que en verano tenemos menos hambre:

El cuerpo necesita menos energía para mantener la temperatura. En invierno, sin embargo, el cuerpo gasta más energía para mantener el calor corporal, lo que aumenta el apetito. En verano, al hacer calor, ese gasto energético disminuye, por lo que no necesitamos tantas calorías y el apetito baja naturalmente. El calor reduce el apetito: las altas temperaturas provocan una vasodilatación, lo que puede provocar sensación de fatiga o pesadez. Como resultado, el cuerpo prioriza la hidratación sobre la digestión, reduciendo la sensación de hambre. El calor y la exposición al sol aumentan la serotonina, una hormona que mejora el estado de ánimo y puede reducir el apetito. Este incremento de la serotonina no solo nos hace sentir más felices y relajados, sino que también disminuye la necesidad de comer en exceso, por eso preferimos alimentos ligeros y frescos.

Alimentos ligeros recomendables en verano

En verano, hay que priorizar la hidratación. Por eso, es recomendable añadir comidas a tu dieta que sean ricas en agua. Te dejamos con algunos alimentos aconsejables en esta época del año:

Sandía: compuesta por más de un 90% de agua, es perfecta para hidratarte y refrescarte en los días calurosos. Pepino: muy bajo en calorías y rico en agua, ayuda a mantener la piel fresca y a combatir la retención de líquidos. Melón: aporta agua, fibra y vitaminas, ideal como snack ligero que también sacia el hambre. Tomate: rico en licopeno y agua, es excelente para proteger la piel del sol y mantenerse hidratado. Piña: además de refrescante, tiene propiedades digestivas y antiinflamatorias gracias a la bromelina. Lechuga: ligera e hidratante, es ideal como base para ensaladas frescas y nutritivas. Zanahoria: rica en agua y betacarotenos, que ayudan a mantener la piel sana y protegida del sol. Gazpacho: esta sopa fría combina vegetales ricos en agua y electrolitos, perfecta para reponer líquidos y nutrientes.

Ya sabes, durante el verano, es normal que el cuerpo demande menos comida y más hidratación. Incorporar alimentos ricos en agua ayuda a mantenernos frescos, favorece una digestión más liviana y un mejor equilibrio corporal.

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