Guerra Rusia y Ucrania

Zelenski y sus cuatro años como presidente de Ucrania marcados por la muerte y destrucción

En estos cuatro años Zelenski ha pasado de representar la esperanza del pueblo ucraniano a convertirse en símbolo de la resistencia frente a los rusos

Volodímir Zelenski

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Volodímir Zelenski lleva cuatro años ejerciendo como presidente de Ucrania, casi dos de ellos marcados por una de las guerras más cruentas que se recuerdan.

No solo ganó en las elecciones, sino que arrasó en las urnas con casi el 74% de los votos. Llegó al poder 41 años y sin experiencia política, pero representando la esperanza de un cambio frente al modelo que gobernaba entonces el país.

De la esperanza a símbolo de la resistencia

Uno de sus primeros objetivos fue reunirse con Putin para buscar una solución al conflicto en la zona del Donbás, pero tras dos años como presidente de Ucrania, Zelenski se vio inmerso en una 'operación militar especial' por parte de Rusia que explotó el 24 de febrero.

"Soy el primer objetivo de Rusia y mi familia el segundo, pero no me voy a ir de Kyiv", aseguró el dirigente en su momento.

Esa operación era el presagio de todo lo que vendría después: muertes, violaciones y destrucción.

Zelenski pasó de representar la esperanza del pueblo ucraniano a convertirse en un símbolo de la resistencia. Desde entonces vive bajo constante vigilancia y separado de su familia.

El palacio presidencial es ahora el búnker desde donde dirige la guerra, lanza mensajes a la comunidad internacional, recibe a políticos de todo el mundo o a famosos que viajan hasta la capital.

Sus decisiones cuentan con el respaldo de más del 90% de los ucranianos, en parte por su apoyo a los soldados que están en primera línea de fuego en zonas violentamente atacadas por soldados y mercenarios del Kremlin como Jersón o Bajmut.

Este año y dos meses de guerra lo han convertido en una reconocida figura mundial. Algo que el propio Zelenski ha utilizado para pedir ayuda a los aliados. "Deseo que ganemos este año, lo tenemos todo para ganar este año, pero tenemos que hacer nuestros deberes, porque ningún país puede defenderse por sí mismo", advirtió el mandatario en una de sus últimas intervenciones.

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