Asesino en serie
"Sólo maté a personas que se lo merecían": la historia de Pedrinho Matador, el asesino en serie brasileño que inspiró a Dexter
Pedro Rodrigues Filho, conocido como Pedrinho Matador, afirmó haber asesinado a más de 100 personas (incluido su propio padre) y se convirtió en uno de los criminales más temidos y controvertidos de Brasil.

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El asesino en serie Pedro Rodrigues Filho, apodado Pedrinho Matador, confesó haber matado a más de un centenar de personas a lo largo de cinco décadas. Oficialmente fue condenado por 71 homicidios, aunque él mismo aseguraba que la cifra real era mucho mayor.
Nacido en 1954 en una zona rural de Brasil, su vida estuvo marcada por la violencia desde el principio: su padre golpeó a su madre embarazada y le fracturó el cráneo antes de nacer. A los nueve años huyó de casa para irse a São Paulo, donde vivía en la calle. Allí empezó a robar, y en su adolescencia ya comenzó a matar.
Los primeros crímenes
El primer asesinato lo cometió empujando a un primo a una prensa de caña de azúcar, y luego le atacó con un machete. Aunque este crimen nunca se llegó a confirmar, pronto demostró su instinto homicida y quedó bien documentado.
Posteriormente, mató a tiros a un narcotraficante, supuestamente en represalia por una disputa que involucraba a su familia. Y fue más allá: también rastreó y asesinó al hermano y al cuñado del hombre. Con estos primeros crímenes confesó que se dio cuenta de la "sensación de poder" que le otorgaban, y que sus víctimas siempre eran personas que algo habían "hecho mal".
"Fue venganza, no hambre", dijo tras confesar que mató a su padre (el mismo que había asesinado brutalmente a su madre), al que apuñaló 22 veces y después se comió su corazón. "Solo mato a personas que no merecen vivir", llegó a declarar en una entrevista.
Al final de su adolescencia, Pedro se mudó a las afueras de São Paulo, donde convivía continuamente con el narcotráfico. Vivió con una mujer llamada Botinha, viuda de un traficante, y se puso al mando las operaciones de su difunto esposo. Cuando ella fue asesinada por la policía, Pedro buscó venganza rastreando a todos aquellos que consideraba responsables de su muerte. La oleada de crímenes duró hasta su detención, en 1973, con tan solo 18 años. Para entonces, ya cargaba en sus espaldas con decenas de cadáveres.
De criminal temido a vengador mediático
Durante su estancia en prisión, Pedrinho se ganó fama de 'Robin Hood', al afirmar que solo asesinaba a narcotraficantes, violadores o pandilleros. Se tatuó en el brazo la frase "Mato por placer" y llegó a sumar más de 400 años de condena por los crímenes cometidos dentro y fuera de la cárcel.
Fue liberado en 2007, tras cumplir 34 años, gracias al límite máximo de reclusión permitido por la ley brasileña. En libertad, aseguró haberse reformado, se convirtió al cristianismo y abrió un canal de YouTube bajo el nombre "Pedrinho, ex asesino con Jesús", donde advertía a los jóvenes sobre los peligros del crimen: "El crimen no es un juego. Da fama y dinero, pero no ven las raíces: la prisión y la muerte. Es como el diablo: da con una mano y quita con la otra."
Un final violento y una historia que inspiró ficción
El 5 de marzo de 2023, a los 68 años, Pedro Rodrigues Filho fue asesinado a tiros frente a la casa de un familiar en Mogi das Cruzes. Dos hombres encapuchados lo acribillaron y luego le cortaron la garganta con un cuchillo de cocina. Su historia, tan siniestra como llamativa, inspiró al escritor Jeff Lindsay para crear la novela Darkly Dreaming Dexter (2004), base de la serie Dexter, protagonizada por Michael C. Hall.
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