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INSTALADO EN UN DISPOSITIVO PORTATIL
Un sensor colocado en un casco de la construcción puede evitar intoxicaciones por monóxido de carbono
Un sistema de computación portátil instalado en un casco para proteger a los trabajadores de la construcción de la intoxicación por monóxido de carbono, una amenaza letal grave en este sector ha otorgado a un equipo de investigadores de Instituto Politécnico y la Universidad Estatal de Virginia (conocido como Virginia Tech), en Estados Unidos, un premio al mejor artículo de una prestigiosa comunidad científica y de ingeniería.
En su trabajo, los investigadores explican cómo integrar un sensor de oximetría de pulso en un típico casco de la construcción para permitir la monitorización continua y no invasiva de los niveles de saturación de gases en sangre de los trabajadores. El galardón se les entregará en la Conferencia de Ciencia e Ingeniería de Automoción del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), que se celebra desde este sábado hasta el próximo miércoles.
El envenenamiento por monóxido de carbono es un problema significativo para los trabajadores de la construcción, tanto en entornos residenciales como industriales. El peligro existe porque el monóxido de carbono de las herramientas de mano con motor de gasolina puede acumularse rápidamente en espacios cerrados y fácilmente llegar a los usuarios y compañeros que trabajan cerca. Los resultados de esta investigación mostraron que un usuario de este casco sería advertido del inminente envenenamiento por monóxido de carbono con una probabilidad de más del 99 por ciento. El informe resultante del estudio fue escrito por Jason B. Forsyth, de Durham, y candidato a doctorado en Ingeniería Informática; su consejero, Thomas L. Martin, profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática; Deborah Young-Corbett, profesora asistente de Ingeniería Civil y Ambiental y miembro de la Escuela de Myers-Lawson de la Construcción, y Ed Dorsa, profesor asociado de Diseño Industrial.
Diez estudiantes de Virginia Tech participaron en el estudio, llevado a cabo en el campus universitario y en el que imitaron tareas simples de los trabajadores de la construcción. Para demostrar la viabilidad de la vigilancia de la intoxicación por monóxido de carbono sin someter a los usuarios a condiciones peligrosas, usaron un prototipo para el control de la saturación de oxígeno en la sangre. La diferencia de la monitorización de oxígeno y de monóxido de carbono sólo difiere en el número de longitudes de onda de la luz empleada, por lo que si este seguimiento se demostraba factible, entonces el control del monóxido de carbono también lo sería. Los estudiantes seleccionaron un casco que se utilice todo el año y con un diseño socialmente aceptable para instalar un ordenador portátil, con un equilibrio en cuanto a su comodidad, utilidad y viabilidad.
"Este casco es sólo un primer paso hacia nuestra visión a largo plazo de tener una red de sensores portátiles ambientales y un equipo inteligente de protección personal en las obras que mejoren la seguridad de los trabajadores", según el informe. "Si bien este casco apunta a la intoxicación por monóxido de carbono, creemos que existen oportunidades atractivas en la informática portátil para reducir lesiones por caídas, electrocución e inhalación de partículas, así como que los trabajadores de a pie sean atropellados por los vehículos", señalan los autores de la investigación.
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