Guerra Rusia - Ucrania
Profesores e historiadores coindicen en la sombra de la Primera Guerra Mundial que se cierne sobre Ucrania
A la Primera Guerra Mundial y la invasión de Rusia a Ucrania les separan un siglo de historia, pero les unen tantos puntos que es imposible no establecer paralelismos. En este análisis, expertos, historiadores y profesores ponen el foco sobre aspectos menos estudiados, pero que pueden ser determinantes para el desarrollo de esta cruenta guerra a las puertas de la Unión Europea.
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La brutal guerra que asola Ucrania tras la invasión por parte de las tropas de Rusia el 24 de febrero de 2022 es un conflicto profundamente propio del siglo XXI, con todas las características y complicaciones que ello implica. Tal y como expone Ishaan Tharoor, columnista de 'The Washington Post' y periodista al frente de su 'newsletter' de política internacional, desde entonces se han visto drones que zumban en sus campos de batalla y misiles hipersónicos que se precipitan sobre objetivos desprevenidos.
"Ejércitos de partisanos online catalogan las atrocidades"
Una particularidad menos extendida hasta la fecha, y de la mano de las nuevas tecnologías, está siendo el empleo de algoritmos generados por inteligencia artificial que ayudan a guiar la artillería, así como de imágenes captadas con teléfonos móviles que proliferan en las redes sociales. Esto último da al conflicto una sensación casi visceral, en tiempo real, para personas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia. "Ejércitos de partisanos 'online' catalogan las atrocidades y difunden las pruebas de los triunfos", apunta Tharoor. Es interesante contextualizar en este punto de inflexión comunicativo que ya se vivió en menor escala en la Guerra del Golfo en 1991, conocida como la primera guerra televisada en directo, aunque la primera guerra en diferido fuera la de Vietnam.
Sin embargo, a pesar de todas las novedades en la "desesperada lucha de Ucrania por repeler la invasión rusa", la guerra ofrece cada vez más sombríos recuerdos del pasado. En imágenes que recuerdan batallas de hace más de un siglo, los soldados se agazapan en defensas de tierra, rodeados de un terreno bombardeado hasta convertirlo en un paisaje lunar.
Lenta contraofensiva de Ucrania
Durante dos meses, las fuerzas ucranianas se han embarcado en la tan esperada contraofensiva, atacando posiciones rusas en el sur y el sureste del país. Como se ha informado ampliamente, la campaña ha progresado lentamente, con las nuevas divisiones mecanizadas de Ucrania, equipadas con material occidental, empantanadas por las capas de defensas rusas, que incluyen vastos campos de minas, barreras de hormigón en forma de "dientes de dragón", zanjas antitanque y líneas de alambre de espino.
"Ya no se puede hacer nada sólo con un tanque"
"Ya no se puede hacer nada sólo con un tanque con algo de blindaje, porque el campo de minas es demasiado profundo y, tarde o temprano, se detendrá y entonces será destruido por el fuego concentrado", señaló el general Valery Zaluzhny, jefe militar de Ucrania, palabras que recuerda el columnista galardonado por la Academia Americana de Diplomacia y profesor de la Universidad de Georgetown.
La sombra de la Primera Guerra Mundial
Hace tiempo que Ucrania dejó de publicar las cifras oficiales de bajas en el conflicto armado, cuyas víctimas mortales en combate no paran de crecer mientras la moral decae. Un informe reciente de 'The Wall Street Journal' examinaba un indicador especialmente "espeluznante" para Tharoor, según el cual entre 20.000 y 50.000 ucranianos han sufrido amputaciones desde que Rusia invadió el país el año pasado, lo cual es una cifra muy elevada en comparación con los menos de 2.000 veteranos estadounidenses que sufrieron lesiones similares en la invasión y ocupación de Irak y Afganistán.
Es en este punto en el que se encuentra el mayor paralelismo entre la guerra en Ucrania y la Primera Guerra Mundial, ambas caracterizadas por el desgaste, tal y como revela el periódico estadounidense: "Unos 67.000 alemanes y 41.000 británicos tuvieron que someterse a amputaciones en el transcurso de la Primera Guerra Mundial, cuando el procedimiento era a menudo el único disponible para evitar la muerte".
"Las guerras rara vez salen según lo planeado"
No obstante, esta es solo una señal por la que los analistas observan que la sombra de la Primera Guerra Mundial se cierne sobre Ucrania. En palabras de Tharoor, esta sombra la ven los expertos -y cualquier persona con conocimiento sobre ambos conflictos- en el regreso de una cruenta guerra terrestre en Europa entre los ejércitos de dos Estados, en la insensatez geopolítica de iniciar el conflicto y la arrogancia de las élites al creer que podría ganarse fácilmente, en la sombría inmovilidad de una campaña marcada por trincheras y búnkeres llenos de barro, y en la falta de avances territoriales significativos, incluso mientras las bolsas de cadáveres se llenan. "Los estercoleros sin sentido de Verdún y el Somme encontraron su igual en Bajmut (Donetsk)", compara.
"Como demostró de forma indeleble la Primera Guerra Mundial, las guerras rara vez salen según lo planeado", escribió la historiadora de Oxford Margaret MacMillan, vieja lección que todavía perdura, en opinión del columnista. La historiadora señala que los estrategas militares eran conscientes de la creciente importancia de la guerra de trincheras y de la artillería de tiro rápido, pero no supieron "ver las consecuencias" y no estaban preparados para lo que rápidamente se convirtió en líneas de frente estáticas, en las que los bandos enfrentados realizaban intercambios masivos de fuego de artillería y ametralladoras desde trincheras fortificadas. A juzgar por la situación actual en Ucrania, esas tácticas que provocaron un elevado número de bajas con avances mínimos son muy similares a las actuales en un cierto sentido, y los resultados también lo son.
Una guerra real sobre el terreno
"La primera guerra seria del tercer milenio debe librarse sobre el terreno, algo muy distinto de la guerra cibernética y de información 'postcinética' que habían pronosticado con confianza tanto los generales occidentales como los rusos", escribió Edward Luttwak, autor y estratega estadounidense al que cita muy acertadamente Tharoor: "Esta es una guerra que debe librarse por puro y duro desgaste, como la Primera Guerra Mundial en el frente occidental".
"La primera guerra seria del tercer milenio debe librarse sobre el terreno"
A pesar de las diferencias entre las épocas, persisten simples imperativos tecnológicos, los cuales detalla Stephen Biddle, profesor de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia: "Han pasado casi 110 años desde que se introdujo el tanque en 1916. Algunos han argumentado que el carro de combate está obsoleto debido a las mejoras tecnológicas en las armas antitanque, pero en 2023 ambos bandos en Ucrania siguen confiando en los tanques y están haciendo todo lo posible para hacerse con más de ellos".
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En cualquier caso, Biddle advierte del peligro de extraer lecciones simplistas de cualquiera de las dos grandes guerras: "En Ucrania, tanto los éxitos ofensivos de la guerra como sus estancamientos defensivos se han producido frente a drones, armas de precisión, misiles hipersónicos y vigilancia basada en el espacio. En ninguna de estas guerras las herramientas han predeterminado los resultados".
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