Se refuerza la seguridad en Calais, en la entrada del Eurotunel. Tanto Francia como Reino Unido, intentan solucionar un problema que España sufre desde hace años. Miles de inmigrantes, guardan su oportunidad para cruzar la frontera.
Ese aumento en la vigilancia ha logrado que descienda el número de intentos y ha elevado por lo tanto el desánimo en los campamentos en donde esperan los inmigrantes desde hace meses.
En el campamento de Calais viven más de 1000 inmigrantes, entre ellos hay unas 200 mujeres y una treintena de niños.
La vida aquí es muy complicada, el acceso al agua potable es escaso y además viven rodeados de basura.
Por otra parte, cunde el desánimo porque llevan ya dos días en los que según nos cuentan, casi ninguno ha conseguido cruzar esa verja que les separa del eurotunel que les llevaría hasta Reino unido, cada vez tienen más claro que se van a quedar aquí mucho tiempo, y por eso algunos intentan aprovecharlo, construyendo una escuela.
Saíd, un inmigrante del campamento, espera para ir a clase. Salió de Azganistán hace un año tras recorrer Bulgaria, Hungria, Italia y ahora Francia...quiere aprender inglés para llegar a Reino Unido.
"Me ayudan a traduciar al inglés, palabras como, ¿puede ayudarme?", añade Saíd.
Cada noche intentan el salto, pero saben que pueden pasar meses hasta que consiguen su objetivo.
"Cuando llegamos aquí,sólo se comía y se dormía. Mi hermano y yo hemos ayudado a construir esta escuela", comenta Kamal, otro inmigrante del campamento.
La vida es muy dura sobretodo para las 200 mujeres y 30 niños del campamento. Una joven de Eritrea ha visto morir a tres amigas del viaje.
"Un viaje, tres chicas muertas, la semana pasada murió una, saltó por un sitio muy peligroso, tocó la corriente eléctrica y murió inmediatamente", afirma la joven de Eritrea
Se calcula que 600 niños han intentado cruzar el Canal de la Mancha en lo que va de año. "Es muy dificil para ellos cruzar con niños. Actualmente, sobre lo hacen sobre trenes en marcha y con niños, imagina la dificultad", dice Christian Salomé, ONG 'Auberge des Inmigrants' .
Son conscientes del peligro pero aseguran no tener otra opción, y cuando se acerque la noche, volverán a intentarlo.
