Reino Unido

Una madre se suicida tras matar a su hijo de 10 años con autismo: los cuerpos llevaban meses en descomposición

Adalia Baptisa no se tomó bien el diagnóstico de su hijo y llevaba meses deprimida navegando en webs peligrosas acerca de la eutanasia y otros temas.

Imagen de archivo de una madre junto a su hijo.

Imagen de archivo de una madre junto a su hijo.Pexels

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En la zona de Holbeck, en Leeds, Inglaterra, se encontraron los cadáveres en estado de descomposición de Adalia Baptisa, de 30 años, y su hijo Frederico Baptisa-Mendes, de 10 años. Según la información proporcionada este pasado viernes 8 de diciembre por el tribunal de instrucción de Wakefield, los cuerpos fueron encontrados siete semanas después de su muerte en septiembre del año pasado en el piso de protección oficial en que le residían.

La Policía recibió el aviso por parte de la escuela de Frederico después de que les inquietara que el pequeño no volviese a clase tras las vacaciones de verano, sobre todo contando con que el año anterior tenía un récord de asistencia del 100%. Todo comenzó cuando Muneer Hussein, conductor del autobús del colegio, encargado de llevar normalmente a Frederico a clase, llamó a la puerta de la familia en septiembre de 2022 para recoger al pequeño y llevarlo hasta la institución para que comenzase un nuevo año escolar.

Contrariado tras no recibir ningún tipo de respuesta, decidió informar al colegio. Aun así, en los días posteriores continuó intentando recoger a Frederico, llamando a su puerta todos los días. Durante el juicio, Hussain declaró que el pequeño "quería mucho a su madre" y que "era un niño muy alegre que siempre estaba sonriente y dispuesto a seguir adelante".

Frederico, diagnosticado con autismo en 2019, ingresó en el centro Richmond Hill Primary debido a que estaba especializado en ayudar a niños con dificultades complejas de comunicación. Su madre y él eran originarios de Portugal, aunque ella nació en Angola, y llegaron al Reino Unido unos 10 años antes de sus muertes.

Ahora, gracias a una exhaustiva investigación que analizó que los teléfonos móviles de ambos no habían sido usados desde el 27 de julio, el Tribunal, presidido por el juez de instrucción Oliver Longstaff, ha decretado que esa es seguramente la fecha de la muerte.

Mató a su hijo y se suicidó

La Policía comenzó a investigar el 15 de septiembre de 2022, visitando el hogar de la familia. Después de que nadie respondiese a las llamadas, los agentes forzaron la puerta con la ayuda de un cerrajero. Al entrar en la casa, encontraron los cuerpos de Adalia y de Frederico.

En una declaración leída ante el tribunal, Suzanne Hall, detective inspectora de la Policía de West Yorkshire, encargada del caso, aseguró que estaba "convencida de que no hubo participación de terceros en la muerte", señalando directamente a Adalia al añadir que "Frederico fue asesinado por su madre" y que sus acciones "habían sido planeadas desde hacía tiempo".

La investigación policial reflejó que Adalia había estado navegando con su ordenador en páginas web relacionadas con la eutanasia y con métodos para acabar rápida e indoloramente con la vida de personas.

Adalia quedó gravemente trastornada tras el diagnóstico de su hijo. Es más, Hall declaró que "Adalia luchó por aceptar ese diagnóstico".

Cíntia Costa, pariente de Adalia, declaró que su prima sufría tanto por una depresión como por el autismo de Freddy, "lo que por desgracia fue demasiado para ella".

Por su parte, el padre de Adalia, Joaquín Baptista, aseguró que las últimas veces que habló con su hija la notaba estresada y se asustó al escuchar que había estado mirando sitios webs "dañinos". Es por esto que la animó a socializar más con su hijo e incluso se ofreció a ir a Reino Unido para hacerles una visita. Sin embargo, Adalia rechazó cualquier intento de acercamiento y bloqueó su número.

Finalmente, el juez de la instrucción ha llegado a la conclusión de que Frederico fue asesinado y que la causa de la muerte de Adalia fue suicidio.

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