Crisis política en Hungría: una asesora leal a Orbán dimite de su cargo tras un polémico discurso que tilda de "nazi"

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha realizado un discurso muy polémico que se ha llevado un aluvión de críticas por parte de todo el país, incluso entre algunos de sus propios fieles. La mejor prueba de ello se encuentra en la figura de Zsuzsa Hegedus, una de las asesoras más leales a Orbán, a quien conoce desde hace dos décadas, y que ha renunciado a su cargo tras la monumental polémica, asegurando que no entiende cómo Orbán "no se dio cuenta de que el discurso que pronunció es una diatriba puramente nazi digna de Joseph Goebbels”

Orbán dijo en su discurso que los húngaros "estamos dispuestos a mezclarnos unos con otros, pero no queremos convertirnos en pueblos mestizos". Ello ha causado un revuelo mediático a nivel mundial, muy especialmente en Hungría. Hasta el Comité Internacional de Auschwitz de supervivientes del Holocausto ha condenado las palabras de Orbán, asegurando que el discurso que ha impartido es "estúpido" y también "peligroso".

El rabino jefe de una sinagoga húngara, Robert Fröhlich, se ha referido al discurso de Orbán con un tono muy crítico, señalando que “solo una raza habita esta tierra, Homo Sapiens. Y es única e indivisa”. La comunidad internacional tampoco se ha quedado atrás, y desde numerosas zonas del mundo, se están condenando estas palabras de Orbán, que fueron realizadas en un discurso que se pronunció el fin de semana pasado.

Orbán, un mito de la política en Hungría

Pese a que Orbán es conocido hace relativamente poco a nivel mundial, lo cierto es que ya es un mito de la política en Hungría, donde ejerció como primer ministro en un primer mandato entre los años 1998 y 2002, y lo es actualmente desde hace más de una década. Asumió en 2010 el cargo nuevamente para un nuevo mandato que continúa en la actualidad, tras lograr una mayoría absoluta el pasado mes de abril que le permite seguir en el poder, al menos hasta el año 2026.

Orbán está tratando de evitar el apoyo absoluto de su país a las sanciones contra Rusia, aludiendo a la gran dependencia energética que tiene su país del gas procedente de los gasoductos que están conectados con Moscú. Junto con Polonia, Hungría está rivalizando en algunas posturas con la Unión Europea, recordando su postura primordial de mantener la soberanía de las naciones por encima de cualquier decisión que se tome en el bloque comunitario.