Sanciones Rusia
La UE no se cree a Putin y aprieta con el paquete número 17 de sanciones
Los ministros de Defensa comunitarios no terminan de creerse la promesa de negociación de Putin y apuestan por seguir aumentando la presión a base de sanciones. Hoy se aprueba el paquete número 17 y se trabaja ya en el siguiente.

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La llamada entre Trump y Putin ha devuelto la esperanza respecto a unas posibles negociaciones de paz en Ucrania. Moscú se ha comprometido a iniciar esas conversaciones de inmediato, pero, tratándose de Vladimir Putin, no todo es tan bonito como parece.
Los ministros de Defensa y Exteriores de la Unión se reúnen en Bruselas para analizar los próximos pasos. Varios países han expresado claramente su desconfianza en el presidente ruso. “Los europeos pedimos un alto el fuego incondicional, Ucrania lo ha aceptado hace más de 60 días y hemos visto en esta llamada como Rusia no lo acepta. Así que debemos subir la presión”, decía la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas.
El ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, era mucho más duro en su valoración. “Es importante entender que Putin nunca ha cambiado su posición. Lo vemos claramente después de la llamada, Rusia no quiere terminar esta guerra. Sigue con la misma línea de querer quedarse, al menos, con Crimea y cuatro regiones del Dombás. No parará. Cada día seguimos viendo ataques en Ucrania, aunque haya llamadas con Trump”, ha dicho a su llegada al edificio del Consejo.
Lo que Trump ha pactado con Putin es solo “un inicio de negociaciones hacia un alto el fuego”, no la tregua en sí. Y eso hace temer que el presidente ruso siga arrastrando los pies, bombardeando Ucrania y manteniendo la guerra abierta. Europa le pide a Putin gestos claros de que quiere sentarse a negociar una paz.
Más sanciones contra Moscú
Ante la falta del alto el fuego, hoy los ministros aprueban el paquete de sanciones número 17, algo inédito en la historia de la UE. Está centrado la conocida "flota fantasma" rusa, esos barcos sin bandera que el Kremlin utiliza para vender petróleo en territorios donde lo tiene prohibido. Se calcula que el Kremlin consigue sacar por esa vía el 60% de todo su petróleo.
La lista negra de barcos fantasma incluye ya a casi 200 buques, incluidos petroleros. Además, se han sumado 75 nuevas personas sancionadas y 30 empresas que tendrán restricciones comerciales, debido a su implicación en la elusión de las sanciones.
La UE está convencida de que este tipo de castigos funcionan y que llevan tres años infligiendo un duro golpe a la economía rusa. Por eso, hoy Kaja Kallas alertaba de que “Rusia quiere hacernos creer que las sanciones no les causan desgaste, que nos dañan más a nosotros que a ellos… ¡eso no es verdad! es lo que nos dicen los informes de inteligencia. Pero los rusos son muy buenos en propaganda, debemos tenerlo en cuenta”.
Negociaciones inminentes
Según las palabras de Donald Trump, las próximas dos semanas serán decisivas. No está claro cuándo comenzarán los contactos, ni a qué nivel, ni dónde tendrán lugar. De momento el republicano ha puesto encima de la mesa tres posibles localizaciones: Turquía, Suiza o el Vaticano.
El secretario general de la OTAN también participa en la reunión de los ministros en Bruselas. A su llegada ha querido poner en valor "que la administración estadounidense está muy involucrada en las negociaciones, coordinándose estrechamente con sus colegas europeos y con Ucrania, y creo que eso es muy positivo".
Mark Rutte, sin embargo, ha reconocido la dificultad de llevar a cabo este proceso. Nadie se atreve a pronosticar que tendremos un resultado satisfactorio. “Trump ha abierto la línea de comunicación con los rusos. Ahora esperamos resultados, por supuesto, lo antes posible. Pero a veces eso no es fácil en la vida real, porque es un conflicto muy complicado… habrá que ir paso a paso, veremos qué pasa esta semana y la siguiente”, explicaba Rutte.
Otras posibles cesiones
Otro de los temores que hay Bruselas es que Trump haya podido haber pactado con Putin otro tipo de cesiones. Planteamientos que luego ni Ucrania, ni la Unión Europea puedan avalar. Sobretodo en cuanto a la cesión de territorios o el respeto a la integridad territorial de los países. Saltárselo supondría romper con un mantra que los europeos llevamos tres años defendiendo: que las fronteras internacionalmente reconocidas no se pueden mover por la fuerza.
La situación actual de tensión y de desconfianza de los europeos la resumía bien la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas. Decía que “necesitas dos para hacer la paz, pero solo uno para hacer la guerra. Rusia está claro que no quiere la paz y Ucrania sí”.
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