Benedicto XVI dice que un agnóstico está más cerca de Dios que un fiel rutinario

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CONCLUYE LA VISITA DEL PAPA A ALEMANIA

Benedicto XVI dice que un agnóstico está más cerca de Dios que un fiel rutinario

En la misa conclusiva del tercer viaje a su país natal, el Pontífice ha manifestado que no cuentan las palabras, sino las obras y ha advertido a los fieles de la necesidad de volver a una fe renovada para evitar que la religiosidad acabe en "rutina".

Benedicto XVI ha regresado a Roma, procedente de Alemania, tras concluir su viaje de cuatro días a Alemania, donde visitó también Berlín, Erfurt y el santuario mariano de Etzelsbach.

El papa aseguró que un agnóstico o una persona que sufre por los pecados de los cristianos está más cerca de Dios que los "fieles rutinarios, aquellos que sólo ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe".

El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de personas que asistieron en el aeropuerto turístico de Friburgo, en el suroeste de Alemania, a la misa conclusiva de su tercer viaje a su país natal.

"Los agnósticos que no encuentran paz por la cuestión de Dios y las personas que sufren a causa de nuestros pecados y tienen deseo de un corazón puro están más cercanos al Reino de Dios que los fieles rutinarios, que ya solamente ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe", afirmó el Papa advirtiendo a los fieles de la necesidad de volver a una fe renovada.

El pontífice manifestó que no cuentan las palabras, sino las obras, los hechos de conversión y de fe y que hay que evitar que la religiosidad acabe en "rutina". "Queridos amigos, la renovación de la Iglesia sólo puede realizarse mediante la disponibilidad a la conversión y una fe renovada", subrayó.

El Pontífice exhortó a los fieles a seguir a Dios con humildad y obediencia y a mantenerse fuertemente unidos a Cristo y señaló que la existencia cristina es un compromiso humilde para con el prójimo y con el bien común. La humildad, ha manifestado, es una virtud que hoy no goza de gran estima, pero los cristianos saben que esta virtud es "el aceite que hace fecundos los procesos de diálogo, fácil la colaboración y cordial la unidad".

Ante sus compatriotas, el Papa dijo que la Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos actuales y seguirá siendo fermento en la sociedad si los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos colaboran juntos; si las parroquias, las comunidades y los movimientos se apoyan mutuamente y si los bautizados y confirmados "tienen alta la antorcha de una fe inalterada".

Ese llamamiento, según observadores vaticanos, responde a las críticas que desde la Iglesia alemana se hace al Vaticano y a la figura del Papa, al que acusan de inmovilismo en temas como el de los católicos divorciados y vueltos a casar, a los que se les niega la comunión, el celibato sacerdotal y la ordenación de mujeres sacerdotes.

Los medios alemanes han valorado estos días tanto el discurso del Bundestag como sus encuentros con representantes de las otras Iglesias cristianas y las víctimas de los abusos. Sin embargo, se ha lamentado, tanto en los medios como en el ámbito de la iglesia evangélica, movimientos laicos y católicos críticos, que no haya dado impulsos decisivos al ecumenismo ni respuesta a cuestiones como la moral sexual, el celibato u otros dilemas que afrontan los católicos de hoy.

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