Vicente Vallés, sobre los socios de Sánchez: "Consideran que es mejor un presidente salpicado por la corrupción que un gobierno de PP"

En junio de 2018, Pedro Sánchez alcanzó la presidencia del Gobierno. El líder del PSOE presentó una moción de censura por los casos de corrupción del gobierno de Rajoy, y ganó. Ahora, siete años después, Pedro Sánchez ha sido obligado por sus socios y por la oposición a comparecer en el Congreso por los casos de corrupción, tanto del entorno político, como del entorno personal del Presidente.

Y es paradójico que el líder político que llegó a la Moncloa ganando un debate sobre la corrupción de otros, hoy haya conseguido ganar un debate, a pesar de la corrupción de los suyos. Así se lo han concedido los partidos que orbitan a su alrededor, porque ninguno ha planteado exigencias difíciles de cumplir.

Como cada día de su mandato, Pedro Sánchez necesitaba hacer en el Parlamento lo necesario para seguir en el poder mañana. Lo ha hecho, y lo ha conseguido. Su éxito es completo porque mantiene a los partidos de la investidura orbitando a su alrededor, pase lo que pase. Todos consideran que es mejor sostener a un presidente salpicado por la corrupción, que la posibilidad de un gobierno del PP, condicionado por Vox. Vox mantiene unidos a los partidos de la investidura, y la legislatura continúa.

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