Podemos exige que se aplique la excepción del Convenio de la Haya para que el hijo de Juana Rivas no vuelva con su padre y Sumar pide "humanidad"

El hijo de Juana Rivas pasará lo que queda de semana con su madre, pero el fondo del asunto sigue abierto. El Tribunal de Granada ha tomado esta decisión, aunque el Tribunal Constitucional rechazaba este martes su petición de suspender la entrega de definitiva del niño.

Ante esta situación, Podemos ha exigido al Gobierno que aplique la excepción al Convenio de La Haya sobre sustracción internacional de menores. Lo ha dicho con claridad la secretaria general del partido, Ione Belarra: "Todas las instituciones deben entender que proteger de violencia a un menor es el principal objetivo político que puede tener cualquier institución", y pide al Ejecutivo "que no falle" ni a Rivas ni a su hijo. Así lo ha expresado en declaraciones en el Congreso minutos antes de que Juana Rivas acabara entregando el menor a su padre, Francesco Arcuri.

"Esto va de humanidad", dice Yolanda Díaz

El menor, Daniel, de 11 años, se ha negado a volver con su padre. Existen informes que avalan su testimonio y una causa penal abierta en Italia. Por eso, desde Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha pedido públicamente que se le escuche y proteja: "Daniel ha dicho que no quiere irse. Lo mínimo que merece es ser escuchado y protegido. Esto va de humanidad. El Gobierno está con él. Si las normas no protegen a quien lo necesita, tendremos que cambiarlas".

También la portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, ha criticado que el niño "no ha sido escuchado en ninguna instancia", a pesar de que el padre está pendiente de juicio en septiembre por supuestos malos tratos a él y a su hermano.

El Gobierno dice que respeta la vía judicial

Mientras tanto, el Gobierno insiste en que el asunto está judicializado tanto en España como en Italia. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha destacado que "respetan las decisiones judiciales" por las que muestran "el máximo respeto", aunque ha confesado que la imagen del niño llorando al salir del punto de encuentro familiar de Granada le ha dejado "muy mal cuerpo".

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, también ha reconocido que es una situación dolorosa y complicada, porque involucra dos jurisdicciones. Ha recordado que el Gobierno está trabajando en reformas para que los menores puedan ser escuchados en estos procesos.

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