Pedro Sánchez y Pablo Casado

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casi tres horas reunidos

Casado asegura que se quiere fiar de Sánchez en que no cederá ante los independentistas pero advierte que será "tremendamente exigente"

Casado, tras la reunión mantenida con Sánchez, ha dicho que su partido se opondrá al acercamiento de presos al País Vasco y propondrá en el Congreso una Ley de Memoria, Dignidad y Justicia.

El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado que se quiere fiar del Gobierno de Pedro Sánchez en que no cederá ante los independentistas, pero ha advertido que será "tremendamente exigente" y, si en algún momento piensa que está "contemporizando" con los secesionistas o cediendo, será el primero en denunciarlo. Después de reunirse durante casi tres horas con Sánchez en la Moncloa, el presidente del PP ha asegurado que la colaboración con Sánchez se mantiene en Cataluña, recalcando que le ha ofrecido los votos del PP del Senado para volver a aplicar el 155 si fuera necesario, aunque espera no tener que llegar "a esos extremos".

Si llegará ese momento, ha dicho que le gustaría ir más allá en la aplicación de este artículo para incluir la intervención de TV3, que en su día Sánchez no quiso, y también contemplar el "adoctrinamiento" y el hostigamiento a los hijos de los guardias civiles en algunas escuelas catalanas. Ha insistido en que su partido no va a estar "ni en la cesión ni en la contemporización ni en el diálogo" con aquellos cuyo objetivo es romper España, haciendo referencia a la reunión de la Comisión Bilateral Gobierno y Generalitat, que se reunió por primera vez desde 2011.

Por eso, de mantenerse la "hoja de ruta" independentista con otro intento de proclamar la república, el PP utilizará su mayoría parlamentaria en el Senado para evitar que haya otro proceso de ruptura en Cataluña. Casado ha recordado también a Sánchez la intención de su partido de presentar una propuesta de reformas del Código Penal que recupere el delito de convocatoria ilegal de referéndum y le ha advertido de que estarán "muy vigilantes" ante cómo se van desarrollando los hechos, porque entiende que con los independentistas no cabe la estrategia del "apaciguamiento".

Ha apostado por mantener la "fortaleza frente al independentismo", la defensa de la legalidad y también la "de los servidores públicos que aplican la Ley", como por ejemplo el juez del Supremo Pablo Llarena, quien fue hostigado hace unos días por un grupo de secesionistas a la salida de un restaurante.

Espera, por tanto, que Sánchez esté "a la altura" de su responsabilidad y vele por la unidad nacional, la igualdad y el cumplimiento de la ley. "Es lo que le exijo", ha dicho, subrayando que, si el Ejecutivo lo ve oportuno, solo tiene que proponer la aplicación del 155 para que el PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, lo respalde.

Otra de las cosas en las que ha hecho hincapié es que espera que en el aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils, que se celebra el 17 de agosto, y al que asistirá el PP, no se produzca ningún altercado y, si el rey decide acudir, no se monte ningún espectáculo ni tampoco sea objeto de "ultrajes" a su figura. Está convencido, ha señalado, que Sánchez está "completamente de acuerdo" en esto y que así se lo exigirá a la Generalitat.

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