El etarra Ignacio De Juana Chaos

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TRAS LA DISOLUCIÓN DE ETA

Josu Ternera y De Juana Chaos, entre los cien miembros de ETA que permanecen huidos de la Justicia

La Guardia Civil y la Policía Nacional busca todavía a cerca de un centenar de miembros de ETA con requisitorias judiciales en vigor. Pero además, hay un grueso de terroristas no fichados por las fuerzas de seguridad que tras el cese de violencia se habrían marchado para seguir "una vida normal" sin haber pagado sus deudas con la Justicia.

José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea, Josu Ternera, protagonista del comunicado en el que ETA ha anunciado su disolución, es uno de los cerca de cien miembros de la banda que permanecen huidos de la Justicia, la mayoría refugiados en Cuba, México o Venezuela, donde supuestamente permanece José Ignacio de Juana Chaos.

Junto a Ternera y De Juana, la Guardia Civil y la Policía Nacional incluye a otros cuatro terroristas entre los más buscados, sin olvidar, según fuentes de la lucha antiterrorista, el cerca de un centenar de miembros de ETA que tienen en vigor requisitorias judiciales, con diverso grado de responsabilidad en la actividad terrorista y que están escondidos en Francia -los menos-, otros países europeos e Iberoamérica.

Este grueso formaría la red de 'legales' -no fichados por las fuerzas de seguridad- y que tras el cese de violencia se habrían marchado para seguir "una vida normal" sin haber pagado sus deudas con la Justicia.

En los últimos años muchos de ellos se han interesado por sus causas judiciales con el objetivo de conocer en qué situación están sus sumarios o si ya han prescrito. Precisamente, hace más de tres años, un grupo de etarras huidos protagonizaron en Alsasua (Navarra) un acto en el que informaban de que regresaban a Euskadi al no tener ya cuentas pendientes con la justicia.

Pero son las fotografías de Josu Ternera y De Juana Chaos las que siguen en los dos primeros puestos de la lista de etarras en busca y captura. Ternera, voz del final de la banda, se encuentra en paradero desconocido desde 2002. Entre sus cuentas a saldar con la Justicia están el atentado del 11 de diciembre de 1987 de la casa cuartel de Zaragoza en el que murieron once personas -seis menores- y, más reciente, su procesamiento por crímenes de lesa humanidad.

En enero de 2003 fue incluido en la lista de los delincuentes más buscados de Interpol, encabezada entonces por el saudí Osama Bin Laden y en la que hasta ese momento sólo figuraba otro ciudadano español, Antonio Anglés.

Siete años acaba de cumplir huido de la justicia José Ignacio de Juana Chaos, de 63 años. Tras estar 21 encarcelado se instaló en Irlanda en 2008. Dos años después, en abril de 2010, y tras un mes de incomparecencias ante la policía norirlandesa, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco pidió informes de su paradero. Como Irlanda no parecía ya un escondite seguro, De Juana se instaló en Venezuela, como en 2014 mostraría Antena 3 en unas imágenes en la que se veía al miembro del comando Madrid en compañía de su pareja y su hijo en el centro comercial Nueva Barcelona, en el estado venezolano de Anzoátegui.

Según diversos medios de Anzoátegui se mudó a la localidad de Chichiriviche donde, al menos en 2015, regentaba una licorería. El Gobierno activó una petición de extradición con la "máxima celeridad" para Venezuela que, por el momento, no ha obtenido resultado. Tanto es así que el Tribunal Supremo de Justicia de ese país instó en 2016 a la Fiscalía a localizar a De Juana.

También huido está José Luis Eciolaza Galán, Dienteputo, dirigente histórico de ETA que formó parte del comando Donosti y las fuentes lo situaban en el último comité ejecutivo de la banda liderada por David Pla e Iratxe Sorzabal.

Desde 2002 se busca a Oier Eguidazu, colaborador del "talde legal de información" del comando Vizcaya en 2000 e integrante del comando Andalucía, que se enfrenta a varias decenas de años de pena por pertenencia a banda armada, y también desde 2010 a Eneko Aguirresarobe, uno de los jóvenes de Segi que aún se esconden en países europeos. Aunque sobre ninguno pesan acusaciones de delitos de sangre, las fuerzas de seguridad atribuyen a Eguidazu varios intentos de atentado.

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