Begoña Gómez
Beatriz de Vicente explica la composición y el papel del jurado popular tras la proposición de Peinado de juzgar a Begoña Gómez
El juez Juan Carlos Peinado ha propuesto que la mujer del presidente del Gobierno sea juzgada ante un jurado popular en la pieza en la que investiga si se malversaron fondos públicos en el nombramiento de su asesora en Moncloa y en las funciones que presta para ella.

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La proposición del juez Peinado de juzgar a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, ante un jurado popular en la pieza en la que investiga si se malversaron fondos públicos en el nombramiento de su asesora en Moncloa, y en las funciones que presta para ella, ha puesto sobre la mesa el papel del jurado popular. En 2024, solo se celebraron 517 juicios con jurado popular en España. En casi el 93% de las sentencias, los acusados fueron declarados culpables. Ahora bien, ¿cómo se compone ese jurado popular? El jurado está formado por nueve personas seleccionadas aleatoriamentey un magistrado, con lo que se aleja la sospecha de 'lawfare'. La abogada Beatriz de Vicente nos explica cuál es el proceso de elección de este jurado de ciudadanos.
La realidad es que nos puede tocar a cualquiera, pues los candidatos a formar parte de un jurado popular salen del censo electoral. Beatriz de Vicente señala que los aspirantes deben cumplir una serie de requisitos: ser mayor de edad, saber leer y escribir. Eso sí, hay una serie de excepciones. Quedan excluidas algunas profesioneso cargos públicos, como magistrados, juristas, abogados, o procuradores.
Cuando el juzgado lo necesita, hace un sorteo en base al listado. De este sorteo, saldrán 36 candidatos. Los primeros elegidos pueden renunciar, pero siempre con una causa justificada, como podría ser "tener más de 65 años, o una discapacidad o enfermedad que me lo impide", por ejemplo.
Al arrancar el juicio tiene que haber al menos 20 candidatos. Es en ese momento cuando la acusación y la defensa eligen solo a nueve. Son entrevistados uno a uno, citas en las que puede haber preguntas comprometidas de caráctier personal, como la ideología política, por ejemplo. Este proceso se lleva a cabo con el fin de comprobar qué candidatos son favorables a su cliente. La abogada nos explica que "en un delito como el que se va a juzgar por malversación de caudales públicos, buscaríamos a personas que tiene problemas económicos, o que estén en paro".
La absolución requiere como mínimo cinco votos a favor, mientras que la condena siete.
Precedentes de situaciones similares
Si tiramos de hemeroteca, hay escasos precedentes de situaciones similares. Esto ocurre debido a que los juicios a dirigentes políticos suelen ser de gran envergadura, y se juzgan en órganos superiores o, si afectan a aforados, recaen en el Tribunal Supremo.
Aunque el delito de malversación corresponde a jurados populares, los casos de este tipo penal que enjuician son pocos. El año pasado, solo uno de los 48 juicios con jurado en la Audiencia de Madrid se refería a malversación.
Uno de estos precedentes es el del expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra, absuelto de cohecho por un jurado popular, o el veredicto de no culpabilidad de seis acusados de malversación por espiar en 2008 a cargos del PP enfrentados con la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
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