Las elecciones al Parlamento de Cataluña del próximo 14 de febrero se presentan muy diferentes a las anteriores, marcadas esta vez la pandemia del coronavirus y un previsible aumento de la abstención y el voto por correo.

El 21 de diciembre de 2017, el resultado de las elecciones catalanas reveló una mayoría absoluta al Parlament para el bloque independentista, si bien el avance de Ciudadanos en las autonómicas de Cataluña sumó un total de 36 diputados.

En este sentido, JuntsxCat, ERC y la CUP alcanzaron 70 escaños, superando los 68 que exige la mayoría absoluta en las elecciones catalanas. El primero de los grupos sumó 34 parlamentarios, seguido de los 32 de Esquerra y los 4 del último candidato.

Por tanto, los independentistas acumularon el 47,5% de los votos, proclamándose vencedores de las elecciones de Cataluña en 2017. No obstante, la victoria de Ciudadanos, liderado por Inés Arrimadas –actual presidenta del partido-, se hizo evidente cuando logró 36 diputados.

En cuanto al resto de candidatos, el PSC consiguió 17 parlamentarios, mientras que En Comú Podem logró 8 y el Partido Popular, 4.

El resultado de las elecciones autonómicas de 2017 en Cataluña

Estos resultaros dibujaron el nuevo escenario político en Cataluña, cuya anterior legislatura trató de declarar unilateralmente la independencia en el Parlament. Esto supuso la inmediata aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno central para disolver la Cámara y llamar a los catalanes a las urnas.

La participación en las elecciones autonómicas catalanas de 2017 fue histórica. En los comicios de Cataluña de hace 4 años votó el 79,04% de la población.

Ciudadanos venció entonces con más de 1 millón de votos, concretamente 1.109.732. Sin embargo, esto no le permitió a Arrimadas alcanzar la presidencia de la Generalitat dada la falta de apoyo de otros candidatos, algo que hizo que ni siquiera se presentara a la investidura.

Otro dato curioso de las elecciones catalanas de 2017 fue el cambio en las predicciones. Durante la campaña electoral, las encuestas apuntaban a que sería ERC quien ganaría en las urnas, pero en el último momento JuntsXCat le adelantó con una diferencia de 12.372 votos y 2 escaños, por lo que mantuvieron su presidencia de la Generalitat de Cataluña.

Esta situación hizo que Carles Puigdemont tratara de recuperar su cargo de presidente, pero en esos momentos se encontraba huido en Bruselas de la justicia española por el 1-0, el referéndum de independencia de Cataluña que se proclamó meses antes de las elecciones catalanas de 2017.

Fue entonces cuando Junts propuso como candidatos a la investidura a Jordi Sánchez y Jordi Turull, ambos encarcelados. La ley impidió que ninguno de ellos pudiera ser votado en la investidura por su condición de presos.

Fue así como Quim Torra, número 11 de la lista de JxCat por Barcelona, fue investido por mayoría simple, obteniendo 66 votos a favor y 65 en contra, además de 4 abstenciones.

Quim Torra, destituido

A primeros de enero de 2020, el entonces presidente de la Generalitat de Cataluña fue destituido de su cargo como diputado autonómico por delitos de desobediencia, lo que supuso también su cese como president dadas las condiciones que impone el Estatuto de Cataluña.

Una vez se confirmó su inhabilitación, quien pasó a asumir las funciones vacantes fue el número 2 del Govern, el actual presidente en funciones Pere Aragonès. Este rol no se había dado nunca antes en la historia de la democracia en Cataluña, que vive ahora con unas circunstancias también inéditas: la pandemia del coronavirus.

Habrá que esperar hasta las elecciones catalanas del 14 de febrero para ver cómo cambia el tablero político en la comunidad, con unas predicciones que, por el momento, apuntan a un empate entre los tres principales candidatos: PSC (22%), ERC (21%) y Junts (20%).