Ola de calor

Ola de calor: ventiladores a máxima portencia también en las granjas

Aviso naranja por calor extremo. El termómetro supera los 40 °C en Galicia, en plena ola de calor que también llega a Lugo, Ourense y la cuenca del Miño. En la granja SAT San Miguel, los ventiladores llevan horas trabajando para que dentro de la explotación no se superen los 25 grados. Allí viven 250 vacas.

Imagen de una granja

Imagen de una granjaAntena 3 Noticia

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"Los ventiladores se activan solos, tenemos una veintena, y aunque los sensores marquen 25 grados la sensación térmica es menor". Y así es, dentro de las naves corre el aire. Nos lo cuenta Antonio Viña, uno de los socios de la ganadería lucense SAT San Miguel. Estamos en Palas de Rei, que este domingo está en aviso amarillo por elevadas temperaturas. Se alcanzarán los 35 grados.

Desde hace años los ganaderos gallegos invierten en refrigeración. "Antes no hacía tanta falta, pero en los últimos años todo ha cambiado, el cambio climático sí que se nota", explica. Techos altos, aberturas laterales y chimeneas en el tejado ayudan a renovar el aire caliente y maximizar la circulación. Ventilación natural y conductos de aire fresco, son algunas de la fases de su estrategia. Y ventiladores, muchos, cada vez más modernos y colocados en puntos estratégicos, que se activan en cuanto se superan los 25 grados. "Este año ya se han encendido varias veces, incluso en invierno", indica. Además un collar inteligente monitorea la temperatura corporal de cada animal, actividad y apetito. "Si detecta más de 38 °C, da la alarma", explica Antonio.

Las vacas de SAT San Miguel, unas 250, producen entre 33 y 35 litros por ordeño, aunque algunas "de élite" alcanzan 60 litros. Pero con el ambiente sofocante la producción puede caer. Antonio calcula que se pierden de 2 a 4 litros por vaca al día, y cuando se multiplican por las 250 cabezas, la factura económica comienza a pesar. "Y no sólo es por productividad", añade, "es por su bienestar".

Distintas investigaciones en Galicia confirman este impacto: por cada punto que sube el índice de temperatura y humedad, las vacas pueden perder hasta 0,25 l de leche por día. En estudios más amplios, se ha registrado una pérdida de hasta 3 litros por vaca al día, con una recuperación que puede tardar entre 2 y 3 días. Y eso sin contar el deterioro de la fertilidad, que se reduce un 3 % en verano, ni el mayor riesgo de abortos o enfermedades.

Durante la ola de calor, la alarma está activada. Se traduce en vacas con respiración agitada, menos hambre, menos descanso y, a largo plazo, enfermedades. "El estrés térmico aparece cuando superamos los 26 °C, o incluso antes si la humedad es alta, y las consecuencias se notan de inmediato", advierte Carlos Dablanca, otro de los socios.

La factura no es pequeña: enfriar una granja de tamaño medio puede costar más de 35.000 euros, solo en ventiladores y aspersores. En Galicia, muchas explotaciones ya han invertido más de 1 millón de euros en dos años, con una media de más de 20.000 por granja. La SAT San Miguel estima que podría alcanzar los 50.000 al completar todos los sistemas. Hay explotaciones que incluso optan por instalar sistemas de riego en los techos con el fin de reducir la temperatura de las planchas de fibrocemento de las cubiertas y con ello también la que se registra en el interior de la nave.

Paliar este problema implica grandes desembolsos y dispara los gastos en agua y energía. Pero la inversión tiene retorno tangible. Además de recuperar los litros perdidos, el confort reduce enfermedades, mejora la fertilidad y disminuye la mortalidad.

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