Pueblos sin conexión
"Queremos cobertura", el grito desesperado del pueblo de Soria que ha escrito una carta al rey de Arabia Saudí
Son varias las localidades del centro de España que no tienen red estable de cobertura para sus teléfonos móviles, un problema que compromete hasta el más básico de los servicios a sus ciudadanos.
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Judes es un pueblo de Castilla y León con 20 habitantes donde sus ciudadanos casi no pueden llamar ni recibir llamadas. Este problema perturba a los vecinos de esta localidad desde hace tiempo y ahora, han aprovechado que la operadora de telecomunicaciones de Arabia Saudí tiene acciones en una de las principales empresas de comunicación de España más importantes para pedirle al rey Salmán bin Abdulaziz más cobertura para su pueblo.
"Estimado Rey Salman de Arabia Saudí, espero que esta carta lo encuentre en buena salud y en alto espíritu. Me dirijo a usted en calidad de ciudadano preocupado, en nombre de la comunidad de Judes, un pequeño pueblo en la España profunda que ha estado experimentando dificultades críticas en cuanto a la conectividad de telefonía móvil", así comenzaba la carta Fernando Calvache, vecino de Judes.
En ella, el vecino apela en nombre de toda la comunidad a su solidaridad y le pide "humildemente su consideración y apoyo en la instalación de una antena de telefonía móvil". Según el escrito consideran que "una antena de telefonía móvil en Judes permitiría a nuestros ciudadanos comunicarse de manera eficiente, acceder a servicios esenciales y mejorar su calidad de vida", justifican.
Lee aquí la carta completa
Estimado Rey Salman de Arabia Saudí,
Espero que esta carta lo encuentre en buena salud y en alto espíritu. Me dirijo a usted en calidad de ciudadano preocupado, en nombre de la comunidad de Judes, un pequeño pueblo en la España profunda que ha estado experimentando dificultades críticas en cuanto a la conectividad de telefonía móvil.
Nuestra comunidad, que ha sido bendecida por la diversidad de culturas y religiones a lo largo de los años, se ha visto gravemente afectada por la falta de cobertura de telefonía móvil. Esta carencia de comunicación ha generado problemas significativos en términos de seguridad, acceso a servicios médicos y educativos, y oportunidades económicas para nuestros habitantes.
Rey Salman, estamos conscientes de su compromiso con la promoción de la tecnología y la comunicación en todo el mundo, y creemos que su apoyo podría marcar una diferencia fundamental en la vida de nuestra comunidad. Una antena de telefonía móvil en Judes permitiría a nuestros ciudadanos comunicarse de manera eficiente, acceder a servicios esenciales y mejorar su calidad de vida.
Le pedimos humildemente su consideración y apoyo en la instalación de una antena de telefonía móvil en nuestro pueblo. Esto no solo beneficiaría a Judes, sino que también sería un ejemplo de su generosidad y compromiso con la conectividad global.
Agradecemos sinceramente su atención a esta solicitud y esperamos con gran esperanza una respuesta positiva de su parte. Su generosidad sería un rayo de luz en nuestras vidas y contribuiría significativamente al desarrollo de nuestra comunidad.
Situación parecida en un pueblo de Ourense y Guadalajara
Esta solicitud para tener acceso a la red de conexión se ha hecho viral pero este no es un caso único. En una pequeña localidad de Ourense, Irene tiene que subir las escaleras a toda prisa para poder atender a una llamada. El motivo de este sinvivir es porque sólo tiene conexión en esa zona de la casa: "Las ganas de llorar invaden a muchos", explica Irene.
Pero mucho peor fue la situación que vivieron cuando la localidad se vio afectada por un incendio y no se pudieron comunicar con los servicios de emergencias: "Tuvimos un incendio y llamamos al 112 y no saltó la llamada", explica otro vecino afectado.
Otra situación surrealista es la que viven los habitantes de Sotoca de Tajo, en Guadalajara, quienes sólo tienen acceso a la red de cobertura en el cementerio del pueblo. "Es triste tener que venir al cementerio, pero este es el único lugar de conexión aquí", comenta Juliana, vecina del pueblo. O, por ejemplo, María Elena, quien tiene que caminar hasta dos kilómetros con 78 años para poder hablar con su familia.
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