El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, José María Beneyto, ha afirmado que la eventual intervención económica de España es un escenario que "no hay que excluir" y que, aunque supondría un "cierto varapalo" para la proyección exterior, no sería el "apocalipsis" para el país.
Beneyto ha advertido de que este posible escenario obligaría a adoptar medidas duras como "bajar el sueldo de los funcionarios o las pensiones", pero también a "revisar el Estado autonómico claro, que es lo caro que tenemos".
El portavoz del PP ha recordado que otros socios europeos, como Portugal e Irlanda, han visto intervenidas sus finanzas sin que se haya producido su colapso, ni el descrédito de sus mandatarios.
"Si al final, porque claro que es un escenario que no hay que excluir, hay una intervención, tampoco es el apocalipsis. Habrá que vivir con ello. Portugal esta viviendo con ello de una manera relativamente pacífica, e Irlanda ha vivido con ello y ha salido adelante", ha respondido Beneyto a la pregunta de si España se puede ver abocada a un plan de salvación.
En su opinión, al no disponer España de suficiente liquidez, el Gobierno debería cruzar "una serie de líneas rojas del Estado del bienestar y de la estructura constitucional" que se han evitado traspasar hasta ahora.
Ha recordado que la intervención en Portugal e Irlanda ha dejado en manos de una troika -delegación integrada por la UE, el FMI y el Banco Central Europeo- la supervisión de las medidas financieras.
Beneyto ha reconocido que desde el punto de vista de la imagen de España en el exterior y de su credibilidad, la intervención sería una "mala noticia".
También ha opinado que al contar el Gobierno de Mariano Rajoy con una "legitimidad democrática tan fuerte", lograda en las urnas hace poco meses, la hipotética intervención representaría un "cierto fracaso del conjunto de Europa" ante la presión de los mercados.
Al margen de la repercusión en España, Beneyto ha destacado los efectos que acarrearía para Europa: "Un empeoramiento de la situación de los países del sur pondría en serio riesgo a la zona euro y el proyecto de UE". "Esto no interesa a nadie, por lo que necesitas soluciones conjuntas", ha añadido.